Brenda Agüero, la enfermera acusada de envenenar a cinco bebés recién nacidos con potasio en el Hospital Neonatal de Córdoba, e intentar matar a otros ocho, declaró esta mañana en el marco de la segunda jornada del juicio en su contra. Tras hablar durante casi una hora, la mujer aceptó contestar preguntas de índole personal y aseguró, entre varias cosas, que “es inocente”.
“Hoy no podría volver a tocar a un niño”, dijo Agüero, quien aseguró que fue agredida dentro de la cárcel por la mediatización del caso. Asimismo, admitió que los fallecimientos de ocurrieron, aunque reiteró que no tiene relación con el hecho.
“Las muertes de los bebés existieron, de eso no hay duda, pero no puede ser que me sigan bombardeando a mí como la culpable de todo eso”, agregó. Luego, remarcó que el caso “convirtió el sueño de su vida en una pesadilla”.