En un acto de resistencia y unidad, la comunidad catamarqueña protagonizó la Décima Marcha de los Jubilados, una jornada en la que diversas agrupaciones y ciudadanos se congregaron para alzar sus voces en defensa de sus derechos. Acompañando a los jubilados y jubiladas, participaron familias, estudiantes, trabajadores universitarios, organizaciones sindicalizadas e independientes, trabajadores activos y desocupados, movimientos populares y representantes de organizaciones políticas, todos con un reclamo en común: frenar el deterioro de las condiciones de vida.
Estela Moreno, representante de Jubilados Autoconvocados, destacó la importancia de esta edición y el valor especial que buscaban darle. “Queríamos hacer una jornada especial, por eso hemos pensado esta programación”, explicó.
Su comentario resalta el esfuerzo de la organización para convertir esta décima marcha en un símbolo de lucha y de esperanza en medio de un contexto que describen como “avasallamiento y destrucción” de los derechos de los jubilados y trabajadores.