Las estrategias de barrer bajo la alfombra, mirar para otro lado y patear todo para adelante le dio buenos resultados al Gobierno de Raúl Jalil, que zafó en las últimas elecciones y consiguió la reelección, a pesar de que tenía el escándalo de Bacchiani y las financieras, y el crimen del ministro Juan Carlos Rojas guardados en el placard.
Pero la táctica de esconder los problemas no funciona eternamente, y ahora al bote de Jalil le entra agua por todos lados. Porque todo se agitó de repente, en coincidencia con la avanzada contra el fiscal Hugo Costilla, que no sólo reactivó todo sino que avisó que hay alguien en el poder que quiere ver rodar su cabeza: los cabos se atan solos y no es difícil entender lo que pasa.
Ahora empieza a salir a la luz para la justicia todo lo que se viene denunciando hace tiempo: el muy posible vínculo del Ministerio de Desarrollo Social con las financieras, el vínculo de altos funcionarios con Bacchiani, el posible vínculo de la corrupción en Desarrollo Social con el crimen de Rojitas y como telón de fondo la megaestafa que se hacía en el Registro de la Propiedad con ayuda de policías y gente de varios organismos públicos.
Bacchiani, crimen de Rojitas y megaestafa. Tres causas tremendas, que se completan con la cuarta: el encubrimiento.
Ya tuvimos a la exministra de Seguridad declarando en la justicia, tuvimos a un fiscal juzgado y salvado por el poder político, tenemos al fiscal que investiga todo entre la espada y la pared por otro jury, tenemos un Bacchiani condenado en otra provincia pero sin juicio acá, y millones que no aparecen. Demasiado en esta olla a presión maloliente, que no puede aguantar mucho más sin explotar.
¿Por qué? Porque hay un largo camino de mentiras, de ocultamientos, de intereses, de protecciones, de negocios sucios, favores, favores forzados, y pruebas que aparentemente sobrevuelan para involucrar a varios, y que son la motivan toda la trama de intromisiones.
Todo se está poniendo feo, la calma pende de un hilo, y ya hay varios esperando que el hilo se corte y otros tijera en mano.