¿Cuántos políticos van a hinchar por Polonia?

Hace un tiempo se discute si el fútbol influye en la política, y más concretamente si la suerte argentina en el Mundial puede influir en la próxima campaña.

Las opiniones están divididas entre los que creen que no influye para nada y los que sí. La verdad, como casi siempre, anda por un término medio.

No se puede creer que si Argentina sale campeón en Qatar automáticamente Alberto Fernández o el candidato oficialista ganarán la presidencia el año que viene o que Raúl Jalil va a ser reelecto automáticamente. No funciona así, no es matemática.

Pero que influye, influye. Porque el fútbol mueve masas, mueve el humor social y ha influido históricamente.

Mauricio Macri no hubiera sido presidente argentino sino pasaba antes por la presidencia de Boca Juniors: fue la camiseta azul y oro la que le permitió sacarse el estigma de niño rico que heredó una fortuna para convertirse en popular y exitoso. Un fenómeno parecido al de Silvio Berlusconi, el empresario que llegó a gobernar Italia de la mano de sus éxitos en el club Milan.

Ya se sabe cómo manipuló la dictadura local el Mundial 78, algo que ya había hecho Benito Mussolini en Italia en los años 30. Y que hicieron todos los poderosos: Francisco Franco en España con el Real Madrid, Adolf Hitler con su selección nazi y los Juegos Olímpicos de Berlín y tantos otros.

El pobre Messi no podrá arreglar la inflación, la inseguridad ni la desocupación, pero sí podrá alegrar a todo el país, o a la mayoría del país, con un par de goles más.

Los presidentes reciben en Casa de Gobierno a los equipos ganadores, pero nunca a los que pierden. Porque los políticos son así, se pegan al lado del que les conviene, usan al fútbol como usan cualquier cosa que les sea útil.

Argentina ganó hasta ahora un solo partido en el Mundial, contra México. El diario ultraoficialista Página12 tituló en su tapa al día siguiente “La fuerza de la esperanza” con la foto de Messi ganador. Detalle: el título es el nombre elegido para el relanzamiento de Cristina Kirchner.

Cuánto influirá la suerte de la Selección en el escenario electoral, no puede saberse, pero que va a haber interesados en sacar provecho, es algo seguro.

Lo harán unos si gana y otros si pierde. Pueden tener la certeza de que no todos quieren que la Scaloneta acelere: hoy muchos van a hinchar por Polonia.

La visión del catucho 

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