La detención del senador Edgardo Kueider en Paraguay, tras intentar ingresar con 200 mil dólares sin declarar, desató un nuevo cruce político entre Cristina Kirchner y Javier Milei. La exvicepresidenta cuestionó al líder libertario y su espacio en un mensaje directo en la red social X:
“Che Milei, a vos que decías que venías a terminar con la ‘casta’, te aviso que los 33 senadores peronistas piden sesión especial el jueves a las 11 para remover al senador argentino que está preso en Paraguay con más de 200 mil dólares sin justificar. ¿O Kueider es tuyo y lo van a dejar seguir siendo senador porque tienen miedo que hable?”
El senador Kueider, elegido en 2019 en la lista presidencial de Alberto Fernández y Cristina Kirchner, recientemente se acercó a La Libertad Avanza y fue clave en la aprobación de la Ley de Bases, impulsada por el Gobierno de Milei. Esta conexión ha generado tensiones entre ambas fuerzas, que buscan despegarse del legislador detenido.
El bloque de Unión por la Patria presentó una nota formal solicitando que la titular del Senado, Victoria Villarruel, convoque a una sesión especial para tratar la remoción de Kueider. Desde el kirchnerismo, la destitución permitiría que la banca sea ocupada por Stefanía Cora, diputada provincial y referente de La Cámpora en Entre Ríos, lo que fortalecería al bloque peronista, dejándolo a tres escaños del quórum.
Por su parte, desde el Gobierno respondieron con una propuesta contundente: “Nosotros no defendemos corruptos. Si quieren echarlo, nos parece bien, pero que se aplique la misma regla para todos”. En este contexto, La Libertad Avanza sugirió extender la medida a todos los legisladores con procesos judiciales similares, lo que podría involucrar a figuras de peso como Santiago Cafiero, Máximo Kirchner, y Victoria Tolosa Paz, entre otros.
El caso de Kueider, quien enfrenta imputaciones por contrabando y se encuentra bajo prisión domiciliaria en Paraguay, continúa alimentando las tensiones políticas. La oposición y el oficialismo no solo disputan la narrativa, sino también el control estratégico del Congreso en un clima marcado por acusaciones cruzadas y desafíos mutuos.