Crimen de Nora Dalmasso: un testigo dejó al descubierto la batalla entre Macarrón y Rohrer

La cuarta semana de juicio por el crimen de Nora Dalmasso comenzó con la declaración de Justo César Magnasco, quizá el testimonio más relevante de la jornada. Es que fue uno de los amigos que estaba con Marcelo Macarrón a la competencia de golf en Punta del Este aquel 26 de noviembre de 2006 que se cometió el femicidio en Rio Cuarto. Pero, además, es hermano de Rafael Magnasco, apuntado por el viudo como el “amante” de su mujer y “sospechoso” del homicidio.

Así, Justo Magnasco contó ante los jueces técnicos y el jurado que se enemistó con Macarrón, único acusado por haber pagado para que mataran a Nora, porque había apuntado contra su hermano.

Justo Magnasco, también, es consuegro de Miguel Rohrer, el empresario al que los hijos de la víctima apuntan ahora como principal sospechoso del asesinato. Al brindar su testimonio, dijo que su familia integraba el grupo de “amigos” del matrimonio de Nora y Marcelo, pero que luego se distanciaron cuando Macarrón inculpó a su hermano. También contó que le reprochó al viudo esa acusación y que él le respondió que “sus abogados (entre ellos Daniel Lacase) les dijeron que debía decir eso”.

Rafael Magnasco, entonces asesor de la Secretaría de Seguridad de Córdoba, fue el primer imputado que tuvo la causa como sospechoso de haber participado en el hecho criminal a partir de declaraciones públicas del abogado Lacase y de las amigas de la víctima, Rosario Márquez y Silvana Masoero, que lo vinculaban sentimentalmente con ella.

Este martes, con la declaración de Magnasco, quedó al descubierto una especie de batalla subterránea entre la familia de Macarrón y Rohrer. Del mismo modo que dos de las amigas de Nora (Paula Fitte de Ruiz y María del Carmen Pelleritti) apuntaron al viudo y se reconocieron como amigas suyas; Facundo, Valentina Macarrón y su tío Juan Dalmasso señalaron al empresario.

En su declaración, Justo Magnasco aseguró que, además, le cuestionó en su momento a Macarrón haber invitado al abogado Lacase al torneo de golf en Punta del Este, ya que “no era parte del grupo cerrado” de amigos que habitualmente participaban de este tipo de eventos. Según contó ante el jurado popular, el letrado finalmente asistió como invitado aunque no participó con ellos de la competencia.

El fiscal Luis Pizarro, el último que investigó a la causa y la elevó a juicio, prestó mucha atención a las circunstancias en las cuales Macarrón insistió con llevar a Lacase al torneo de golf y, a partir de ello, construyó su hipótesis sobre la estrategia homicida del viudo.

“Queda claro que Lacase no era un invitado del resto del grupo, sino que sólo insistió Macarrón en su compañía. Necesitaba de ello, esto es la compañía de Lacase durante el fin de semana en que se ejecutaría el plan criminal en la ciudad de Río Cuarto, mientras él estaba en la ciudad de Punta del Este”, sostuvo Pizarro en el requerimiento de elevación a juicio.

Allí añadió que “esa sospecha se torna aún de mayor peso si se advierte también que Lacase hizo, durante el viaje de regreso, contactos y llamados telefónicos con el jefe de Policía de la ciudad de Río Cuarto (comisario general Sergio) Comugnaro, y con un referente de la prensa local” hoy fallecido.

De ese modo, a través de su amigo Lacase y del referente de prensa, el viudo acusado “se aseguró tener cabal conocimiento de la instrucción desde su inicio, y controlar la información que de la misma se daba”, teorizó el fiscal.

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