Crimen de Fernando Báez Sosa: el audio que complica aún más a Máximo Thomsen

“Te juro que yo estoy acá con los pibes y no lo podemos creer. Estoy re shockeado, mal. Me quiero morir”, dice la voz de un joven que, en menos de dos minutos, intenta resumir lo que pasó en la madrugada del 18 de enero de este año frente al boliche Le Brique en la ciudad Villa Gesell, donde Fernando Báez Sosa, de 18 años, fue asesinado a golpes.

La voz corresponde a un joven identificado como “Juani Neme”, que integraba un chat grupal de WhatsApp junto a otros chicos y chicas, entre los cuales aparecen identificados “Aldi C.”, “Alejo A.” y “Dory”, quien sería novia de Juan Pedro Guarino, uno de los imputados.

La fiscal Verónica Zamboni, entonces, decidió llamarlos a declarar como testigos vía videollamada durante este jueves, viernes y lunes de la semana que viene para conocer su versión sobre los hechos.

En ese grupo también estaba Máximo Thomsen, uno de los principales acusados por el crimen, que hoy está preso en la Alcaidía N°3 de Melchor Romero junto a otros siete de los acusados de homicidio agravado por alevosía, que enfrentan la posibilidad de ser condenados a prisión perpetua. Cuando “Juani Neme” envió el audio sobre la agresión que terminó con la vida de Fernando, Thomsen ya había dejado de contestar hacía rato.

“Estaban en Le Brique y un chabón se le hizo el lindo a… uno ahí, no sé si el que murió pero uno de ese grupo, no sé”, relata el joven en el audio sobre el altercado entre el grupo de Fernando Báez Sosa y los acusados. “Se le hizo el lindo a ‘Chano’ Pertossi, no sé si lo conocés. Se pelearon ahí, los sacaron del boliche y los sacaron a los pibes. Como estaba Gendarmería ahí no hicieron nada. Cuando se fue Gendarmería, se empezaron a cagar a palos de nuevo y me dijeron que Enzo [Comelli] lo tiró al piso al chabón y Machu [Thomsen] le pegó no sé cuántas patadas en la cabeza y que la última lo mató”.

“Y nada, y un policía lo enganchó a Machu cuando se estaban cagando a palos ahí, y Machu salió corriendo, entró a la casa y supuestamente lo ficharon no sé si ese policía o por las cámaras, porque está lleno de cámaras ahí en el centro”, contaba “Neme”.

“Al otro día cae la cana, les revisaron toda la casa, me parece que encontraron porro, o sea peor. Y ahora supuestamente están detenidos, no sabemos nada”. Según confirmó a Infobae una alta fuente de la investigación, este grupo de amigos de los acusados contaban a sus allegados lo que sabían del crimen a través del propio Thomsen.

Ese testimonio se complementa con el resultado del estudio realizado por el Laboratorio Scopométrico de la Policía Federal en Mar del Plata, que determinó que la zapatilla de lona negra ensangrentada encontrada en la casa que alquilaron los rugbiers corresponde a Máximo Thomsen.

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