Después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarara que el nuevo brote de virus SARS-CoV-2 era una pandemia debido a su rápida propagación mundial, que ha infectado a más de 3.250.000 personas y mató a más de 230.000, la carrera científica por una vacuna se lanzó en todo el mundo.
La enfermedad COVID-19 ha cambiado el tejido social y económico del mundo desde que China identificó el virus por primera vez en enero, con casi todos los países que han cerrando sus fronteras, escuelas y negocios, restringiendo los viajes, cancelando eventos de entretenimiento y deportivos, y alentando a las personas a mantenerse alejadas entre sí, en algunos casos como en Argentina con un aislamiento social preventivo y obligatorio.
Pero a diferencia de otras pandemias, actualmente la velocidad con que se están llevando a cabo las investigaciones, afirman los expertos, es extraordinaria, considerando que el desarrollo de una vacuna puede tomar años, o incluso décadas. Un ejemplo claro es la vacuna contra el Ébola que se aprobó recientemente y tardó más de 16 años hasta que fue aprobada.
La demora lógica de porqué una vacuna puede tardar muchos años en desarrollarse se comprende porque la misma debe seguir varias etapas en el laboratorio, con pruebas con animales y finalmente con ensayos en humanos.
“El ámbito de la biotecnología es el que puede responder más rápidamente. Luego, la transformación industrial puede pasar por laboratorios farmacéuticos o por grandes grupos industriales”, explica Franck Mouthon, presidente de la asociación France Biotech.
“Sobre el SRAS (Síndrome Respiratorio Agudo Severo) hubo bastantes vacunas iniciadas, pero como se detuvo la crisis, se quedaron muchas de ellas sin usar, y ojalá que sea este el actual escenario. Lanzarse a (desarrollar) una vacuna en una crisis que puede ser puntual es algo complicado, pues sabemos que el desarrollo de una vacuna puede durar varios años”, asegura Arnaud Fontanet, director del departamento de salud del Instituto Pasteur.
En esta carrera contra el COVID-19 existen 6 vacunas que picaron en punta y podrían estar listas en los próximos meses.
1- Vacuna mRNA-1273 – Moderna Therapeutics (Estados Unidos)
Investigadores estadounidenses administraron a mediados de marzo la primera vacuna en una primera prueba experimental contra el coronavirus en humanos. Se trata de la vacuna mRNA-1273 – Moderna Therapeutics, desarrollada por la NIH y la empresa de biotecnología Moderna Inc. con base en Massachusetts.
Con golpes cuidadosos en los brazos de cuatro voluntarios sanos, los científicos del Instituto de Investigación Washington Kaiser en Seattle comenzaron la primera etapa de un ansiado estudio para una posible vacuna contra el COVID-19 desarrollada en tiempo récord después de que el nuevo virus explotó en China y se avivó. en todo el mundo.
“Ahora somos del equipo coronavirus”, dijo la líder del estudio de Kaiser Permanente, la doctora Lisa Jackson, en la víspera del experimento. La primera participante del estudio, una gerenta de operaciones en una pequeña empresa de tecnología, recibió la inyección en una sala de examen y afirmó: “Todos nos sentimos tan indefensos. Esta es una oportunidad increíble para hacer algo”, dijo Jennifer Haller, de 43 años, de Seattle, antes de vacunarse. Sus dos hijos adolescentes “piensan que es genial” que participe en el estudio.
Si la investigación avanza, la vacuna estaría disponible para un uso generalizado en un lapso de 12 a 18 meses, afirmó el doctor Anthony Fauci de los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés).
Los científicos verificarán cualquier efecto secundario y extraerán muestras de sangre para evaluar si la vacuna está acelerando el sistema inmune, en busca de pistas alentadoras como las que el NIH ha encontrado anteriormente en ratones vacunados. Michael Witte suministra a Rebecca Sirull una inyección en el ensayo clínico de la primera etapa del estudio de seguridad de una posible vacuna contra COVID-19.
2- Vacuna INO-4800 – Inovio Pharmaceuticals (Estados Unidos)
Una posible vacuna contra el coronavirus financiada por Bill y Melinda Gates comienza a ser testeada en humanos. Se trata de la segunda vacuna en llegar a esta fase de desarrollo, luego de que el laboratorio Moderna, en Massachusetts, enviara su primer lote a mediados de marzo. La vacuna es la INO-4800, de Inovio Pharmaceuticals.
La empresa espera que los resultados sobre las respuestas inmunes de los 40 voluntarios estén listos para el verano boreal. En total, los procesos de esta naturaleza constan de cuatro etapas de testeo en humanos. A medida que se avanza, los grupos de control son cada vez mayores, lo mismo que la información sobre la vacuna, su efectividad en condiciones naturales, posibles efectos adversos y la inmunidad a largo plazo que pueda generar.
La vacuna en cuestión, que es parte del grupo conocido como DNA, está compuesta de una estructura genética que, al ser insertada en un paciente, busca que sus células produzcan un anticuerpo específico que logre luchar contra una infección en particular. Las vacunas DNA han sido aprobadas para su uso en animales, pero aún no en humanos.
Pero Inovio ya había llevado a cabo un proyecto similar: había completado un estudio en humanos para el potencial desarrollo de una vacuna contra el Síndrome Respiratorio de Medio Oriente (MERS, por sus siglas en inglés), un coronavirus similar a la pandemia actual que se esparció por la región que le da su nombre en 2012 y 2015, infectando a más de 8000 personas y causando la muerte de 774.
3- Vacuna AD5-nCoV – CanSino Biologics (China)
Un laboratorio chino avanza a la segunda fase de pruebas de la vacuna contra el coronavirus con AD5-nCoV, de CanSino Biologics, que está reclutando a 500 voluntarios para someterse a la nueva droga. Es la segunda estación para encontrar un remedio que prevenga COVID-19.
Se trata de un laboratorio chino basado en Tianjin que ya ejecutó la primera etapa de los exámenes con éxito y se dispone a avanzar con encontrar el medicamento preventivo que podría acabar con la reciente cepa viral. De esta segunda fase también participa el Instituto de Biotecnología de la Academia de Ciencias Médicas Militares después de que los datos preliminares de la primera etapa indicaran que era seguro proceder, de acuerdo a información de South China Morning Post.
La noticia sobre la obtención de una vacuna que podría ser “exitosa” contra el coronavirus COVID-19 fue informada por el régimen chino el 17 de marzo pasado. Ese día el Instituto Militar anunció que se iniciarían las pruebas en un grupo reducido de voluntarios para comprobar que el tratamiento pudiera ser efectivo contra la nueva cepa.
4- Vacuna LV-SMENP-DC del Instituto Médico Genoinmune de Shenzhen (China)
Frente a la pandemia, China inició los ensayos clínicos de más de una vacuna contra el coronavirus. La vacuna LV-SMENP-DC del Instituto Médico Genoinmune de Shenzhen (China) está centrada en el uso de células dendríticas modificadas con vectores lentivirales.
5- Vacuna de virus inactivado del Instituto de Productos Biológicos de Wuhan (China)
Más de 70 laboratorios que han iniciado estudios por lograr la defensa de la vacuna elaborada en el Instituto de Productos Biológicos de Wuhan, China, lugar donde comenzó la pandemia. Se trata de una vacuna inactivada, es decir, consistente en microorganismos que se han matado a través de procesos físicos o químicos. La misma se produce de manera conjunta con la empresa Sinopharm.
Según la publicación económica especializada Caixin, el proyecto -que cuenta con el apoyo económico del Ministerio de Ciencia y Tecnología de China- probará la vacuna en 1.396 voluntarios reclutados en la provincia de Henan (en el centro-este del país asiático) en sus dos primeras fases, que se prevé duren hasta el 10 de noviembre de 2021.
6- Vacuna ChAdOx1 – Instituto Jenner de la Universidad de Oxford (Reino Unido)
Sarah Gilbert, profesora de vacunología de la Universidad de Oxford, trabaja en una vacuna contra el coronavirus que podría estar lista para uso público para el otoño europeo (septiembre), informó el periódico londinense The Times. “Eso es casi posible si todo va perfectamente. Tenemos que ir por eso. Nadie puede dar garantías, nadie puede prometer que va a funcionar y nadie puede dar una fecha definitiva, pero tenemos que hacer todo lo que podamos tan rápido como podamos”, dijo la científica en una entrevista con el diario británico.
El grupo ya ha desarrollado una primera versión de la vacuna, que estará lista para entrar en ensayos clínicos en dos semanas. Para Gilbert, su vacuna tiene un 80 por ciento de posibilidades de éxito. Para que una vacuna pueda ser lanzada en septiembre, habría que fabricar millones de dosis incluso antes de que estos estudios concluyan. Gilbert quiere que su Gobierno y los Gobiernos de todo el mundo inviertan cientos de millones para que esto suceda, algo que han sido reacios a hacer en el pasado.
“Las vacunas no reciben suficiente inversión. Son la intervención sanitaria más rentable, pero se pasan por alto. Muchos de nosotros hemos estado diciendo durante años que necesitamos más vacunas contra estos patógenos de brotes y que tenemos que ser capaces de movernos más rápido cuando hay una nueva pandemia”, insistió.
La enfermedad COVID-19 ya mató a más de 230.000 personas según la Universidad Johns Hopkins, que maneja el centro de datos más confiable desde que se desató la pandemia, en base a reportes de cada país.
FUENTE: INFOBAE