Desde principios de enero, Corrientes se encuentra en una situación crítica debido a una serie de incendios forestales que ya consumieron cerca de 100.000 hectáreas. Las llamas, impulsadas por la sequía extrema y el viento, obligaron a la evacuación de varias familias y causaron la muerte de una mujer que intentaba combatir el fuego.
“No tengo el número preciso, pero calculo que estamos próximos a las 100.000 hectáreas quemadas desde el 1 de enero en toda la provincia”, explicó Bruno Lovinson, coordinador del Comando Operativo de Emergencias y subdirector de Defensa Civil de Corrientes.
Los incendios más graves se registran en La Cruz, Solari y Mantilla. A pesar del esfuerzo de bomberos y brigadistas, el riesgo sigue latente debido a las altas temperaturas y los constantes cambios en la dirección del viento. En Perugorría, un foco menor sigue activo, mientras que en Riachuelo se quemaron unas 50 hectáreas en las últimas horas.
El gobierno provincial instó a la población a colaborar denunciando cualquier foco de incendio que detecten: “Si ves fuego o una columna de humo, repórtalo de inmediato”.
Tragedia en Corrientes: una docente murió por las llamas
Entre las consecuencias más trágicas de los incendios, se confirmó la muerte de Cindia Alejandra Mendoza, de 30 años, directora de una escuela rural en Mariano Indalecio Loza.
Mendoza perdió la vida mientras intentaba apagar un foco de incendio junto a su padre, quien trabaja en una estancia. Aunque logró pedir ayuda a los bomberos, un remolino de fuego la envolvió y le provocó quemaduras en el 80% de su cuerpo. Tras sufrir cinco paros cardíacos, falleció en el Hospital Las Mercedes.
El drama del fuego en Corrientes revive el fantasma del desastre de 2021, cuando un millón de hectáreas quedaron reducidas a cenizas.