El consumo de carne vacuna en Argentina ha alcanzado su nivel más bajo en un siglo, según datos de la Bolsa de Comercio de Rosario, debido a la combinación de la caída del poder adquisitivo y los altos precios de los cortes. Este año, se estima que el consumo anual per cápita estará por debajo de los 45 kilos, una marcada disminución en comparación con el promedio histórico de casi 73 kilos y menos que los 46,9 kilos registrados en 1920.
A pesar de este descenso significativo, Argentina sigue siendo uno de los países con mayor consumo per cápita de carne en el mundo, superando a naciones como Estados Unidos, Australia y Chile.
La crisis económica ha exacerbado esta tendencia, llevando a los consumidores argentinos a optar cada vez más por alternativas más económicas como el pollo y el cerdo. Según la Bolsa de Comercio de Rosario, se proyecta que el consumo per cápita de carne vacuna en 2024 se mantenga alrededor de los 45 kg, marcando así un nuevo mínimo en los últimos 110 años.
En términos totales, se estima que el consumo combinado de carne vacuna, aviar y porcina por habitante en Argentina en 2024 sea de aproximadamente 105,7 kg, lo que representa una disminución de unos siete kilos en comparación con el promedio de la última década (112,8 kg). La composición de esta dieta cárnica incluiría un 42% de carne vacuna, un 42% de carne aviar y un 16% de carne porcina.
La proporción de carne vacuna ha disminuido 3,5 puntos porcentuales respecto al año anterior, alcanzando un mínimo histórico, mientras que el consumo de carne aviar ha aumentado 2,4 puntos porcentuales en el mismo período.
Por primera vez, se espera que el consumo promedio de carne vacuna y aviar sea casi idéntico en 2024, con aproximadamente 44,5 kg de cada tipo por persona. El consumo de carne porcina también muestra un aumento del 1,1 puntos porcentuales respecto al año anterior, reflejando una tendencia hacia la diversificación de las preferencias alimentarias en medio de las condiciones económicas adversas.