La Corte Suprema de Justicia de la Nación ratificó la condena a un hombre de 30 años por abusar sexualmente de una joven en 2013, dentro de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (UBA), ubicada en el barrio porteño de Constitución. El hecho ocurrió el 13 de agosto de 2013, cuando ambos participaban en actividades de militancia estudiantil.
En junio de 2018, el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional N°18, con el juez Domingo Luis Altieri a cargo, condenó a Matías Caccavo a 6 años y 3 meses de prisión por abuso sexual con acceso carnal, basándose en la acusación del fiscal Guillermo Morosi. El juez consideró probado que Caccavo atacó con violencia a la joven en el cuarto piso de la facultad, aprovechando la circunstancia de compartir militancia y estudios en Ciencias Políticas.
El testimonio de la víctima, que relató cómo el comportamiento de Caccavo se tornó en acoso y hostigamiento antes del ataque, fue clave en el fallo. La joven también informó a la coordinadora de su agrupación sobre lo que ocurría, pero recibió una respuesta que priorizaba la militancia por sobre los problemas personales. El día del incidente, ambos se encontraban pegando afiches cuando ocurrió el abuso.
La declaración de la denunciante fue respaldada por peritajes psicológicos que acreditaron la verosimilitud de sus palabras, las cuales fueron consistentes a lo largo del proceso judicial. El juez Altieri destacó que la joven mantuvo su versión de los hechos tanto en el ámbito privado como en público, lo que reforzó su credibilidad. Además, al determinar la pena, se consideró el daño causado y la falta de arrepentimiento del acusado como agravantes.
La defensa de Caccavo apeló la sentencia, pero en junio de 2022 la Cámara Nacional de Casación rechazó el recurso. Los jueces de la sala 3, Alberto Huarte Petite y Pablo Jantus, concluyeron que el fallo original fue correctamente fundamentado, basándose en pruebas que confirmaban la materialidad del hecho y la participación del imputado. El tribunal consideró, además, que los testimonios psicológicos respaldaban la acusación de abuso sexual y descartaban la posibilidad de un acto consentido, como alegaba la defensa.
Finalmente, la defensa llevó el caso a la Corte Suprema, que declaró inadmisible el recurso extraordinario, confirmando así la condena.