Condenaron a prisión perpetua al asesino del kiosquero de Ramos Mejía

Se trata de Leandro Suárez, de 29, quien fue juzgado por “homicidio agravado criminis causae y robo agravado por el uso de arma de fuego y por la participación de un menor de edad”.

El Tribunal Oral en lo Criminal Nº2 de La Matanza condenó este martes por unanimidad a Leandro Daniel Suárez a prisión perpetua por el crimen de Roberto Sabo, el kiosquero que fue asesinado a balazos en noviembre de 2021 durante un asalto a su comercio en la localidad de Ramos Mejía.

La sentencia se conoció a través de Zoom pasadas las 14, cuando los magistrados Diego Burgueño, Arturo Gavier y Lucila Pacheco dieron su veredicto luego de los alegatos del fiscal del juicio, Sergio Alejandro Antín, quien pidió que el acusado de 29 años sea condenado a prisión perpetua. De igual modo lo hicieron Humberto Próspero y Fernando Burlando, que representan a la familia de Sabo como particular damnificada.

“Por fin terminó este calvario, los días sin poder dormir ni comer, los dolores de espalda, de cuerpo. Se siente como un baño caliente que te limpia todo. Creo que por fin vamos a poder, al menos, dormir o estar un poco en paz”, dijo Nicolás, uno de los hijos de Sabo tras conocer la sentencia en diálogo con el canal de noticias TN.

Tomás, el otro hijo de la víctima, agregó: “Anoche no pude dormir. Hasta conocer la sentencia fueron todos nervios y ansiedad. Pero bueno, ahora es como ponerle un punto final al tema”. Los hijos vieron el fallo de los jueces en el estudio de Burlando del barrio de Puerto Madero.

Para los magistrados, Suárez fue hallado culpable de los delitos de homicidio criminis cause con la participación de una menor de edad, robo calificado por el uso de arma de fuego y portación ilegal de arma de fuego de uso civil y de guerra.

Durante el juicio, el asesino de Sabo no negó su responsabilidad en el crimen, pero en la cronología de lo ocurrido intentó presentar un nuevo detalle. Según su versión, cuando escapaba del kiosco, Sabo se le abalanzó y lo tomó de las piernas. En ese momento, y siempre en base a los dichos del imputado, se produjo un forcejeo y fue ahí que disparó en cuatro oportunidades contra el comerciante. Los jueces no le creyeron.

La autopsia determinó que uno de esos proyectiles, calibre .22 y disparado a corta distancia, lesionó el lóbulo de la oreja izquierda y después ingresó por el costado izquierdo del cuello y en la clavícula de la víctima. La bala quedó en el hombro. Otro de los disparos entró por el labio superior y salió por la encía. El tercero también fue desde cerca: le dio en el tórax y le perforó los pulmones y en el corazón, donde quedó alojado. Finalmente, el último tiro lo encontraron cerca del colon.

El asesinato de Sabo ocurrió el domingo 7 de noviembre de 2021. Suárez y una adolescente de 15 años llegaron hasta el kiosco a bordo de un remís que tomaron en Ciudadela. Armado con una pistola semiautomática calibre 7.65 y un revólver .22, el imputado le robó 10 mil pesos al comerciante y le disparó a quemarropa cuatro tiros.

Al momento de la fuga, el presunto asesino y su cómplice le sustrajeron el auto al remisero que los había trasladado, pero lo chocaron a los pocos metros. Luego, decidieron ingresar a un supermercado de la zona para esconderse entre la gente y le sustrajeron la moto a un repartidor, pero no lograron concretar la huida: finalmente fueron detenidos en la zona.

Suárez volvió a la cárcel a poco más de un año de haber recuperado la libertad, tras haber cumplido en agosto de 2020 una condena de casi seis años de prisión en un penal federal por dos robos.

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