Tesla fue condenada a pagar 243 millones de dólares en concepto de indemnización por un accidente ocurrido en 2019 en la localidad de Key Largo, Florida, cuando un vehículo Model S con el sistema Autopilot activado no logró detenerse y embistió a una pareja. El siniestro causó la muerte de Naibel Benavides León y dejó con graves heridas a Dillon Angulo, su pareja.
El fallo, emitido por un jurado federal en Miami, establece que Tesla tiene un 33 % de responsabilidad en el accidente, pese a que el conductor del vehículo admitió estar distraído utilizando su celular al momento del impacto. A pesar de ello, la compañía deberá afrontar el 100 % del pago de la indemnización, que se desglosa en 200 millones por daños punitivos y 43 millones en compensación directa a las víctimas.
Durante el juicio, los demandantes aseguraron que Tesla permitió la utilización del Autopilot en carreteras que no eran aptas para ese sistema, y que la empresa promocionó la herramienta como segura, sin advertir de forma clara sus limitaciones. También acusaron a la firma de haber ocultado o perdido pruebas relevantes, las cuales fueron recuperadas posteriormente mediante peritajes forenses.
Por su parte, Tesla calificó el fallo como “equivocado” y anunció que presentará una apelación, argumentando que el error humano del conductor fue la causa principal del hecho. La compañía también advirtió que la sentencia representa un riesgo para el desarrollo de tecnologías de conducción autónoma, dado que podría desalentar la innovación en el sector.
Este caso marca un precedente inédito, ya que es la primera vez que un jurado estadounidense responsabiliza a Tesla por una muerte de terceros relacionada con el uso de Autopilot.