Después de 15 años de impunidad, la Justicia condenó a 20 años de prisión a Néstor Simone por el asesinato de Yamila Cuello, una joven de 21 años desaparecida desde 2009 en Córdoba. Aunque su cuerpo nunca fue encontrado, el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°2 dio por probado que fue víctima de un homicidio y ordenó la inmediata detención del acusado, quien había llegado al juicio en libertad.
La sentencia fue firmada por los jueces Fabián Asís, María Noel Costa y Carolina Prado, quienes votaron de manera unánime. Simone, que había sido pareja de la joven, mantenía con ella una relación atravesada por la violencia y el control. La querella y la fiscalía habían solicitado una pena de 25 años, mientras que la defensa pidió la absolución total.
En cuanto al segundo acusado, Ramón Palacios —hermanastro de Simone—, fue absuelto por el beneficio de la duda. Estaba imputado como presunto coautor del crimen y por explotación sexual de Yamila, en un contexto que incluía deudas por apuestas y posibles delitos como robos y estafas.
El fiscal Carlos Gonella explicó por qué el caso no fue caratulado como femicidio: “La figura no existía en aquel entonces, aunque el hecho lo fue desde lo fenomenológico. Tampoco existía un abordaje con perspectiva de género, ni los protocolos actuales para investigar este tipo de casos desde el inicio”. Agregó que, de haber existido esa figura legal, Simone posiblemente habría sido condenado a prisión perpetua.
Una historia marcada por el abuso
Yamila Cuello y Néstor Simone iniciaron una relación cuando ella aún era menor de edad y él le llevaba casi dos décadas. Poco después de comenzar a salir, se fueron a vivir juntos a la casa del acusado, donde la joven fue aislada de su familia y víctima de violencia de género constante. A fines de 2008, su hermana logró rescatarla y regresó con sus seres queridos. Sin embargo, Simone reanudó el contacto meses más tarde.
Durante 2009, la joven y Simone volvieron a verse con frecuencia, hasta que el 25 de octubre de ese año él fue a buscarla por su casa y Yamila desapareció para siempre. Ese día, el acusado se comunicó con ella ocho veces. Entre llamadas y mensajes, solo en octubre hubo 318 contactos entre ambos, lo que desmiente que no tuvieran relación como había declarado Simone.
A las 11:27 del 25 de octubre, Simone le realizó una llamada de 159 segundos. La última comunicación fue a las 12:36. A partir de ese momento, Yamila salió de su casa y nunca más se supo de ella.