El senador Gustavo Petro, un exguerrillero izquierdista que promete ambiciosos cambios sociales, se impuso en un histórico balotaje a Rodolfo Hernández, un excéntrico empresario de ultraderecha, y concretó un giro inédito a la izquierda en las elecciones presidenciales de este domingo.
Con el 98% de las mesas escrutadas, la registraduría del país sudamericano declaró ganador a Petro, luego de que cosechase 50,88% de los votos por sobre Hernández, de la derecha, que alcanzó el 46,85%.
El electo presidente de Colombia consideró esta noche que la jornada electoral de constituyó “un día de fiesta para el pueblo” y exhortó a los colombianos a festejar “la primera victoria popular”.
Asimismo, Hernández le pidió al mandatario electo que sea “fiel a su discurso contra la corrupción” en su futura gestión al frente del Palacio de Nariño.
“Que Colombia se encamine hacia el cambio que predominó” en las elecciones de fines de mayo, reclamó Hernández en un discurso transmitido a través de sus redes sociales, en el que agradeció a los ciudadanos que aceptaron su propuesta “aunque fuera perdedora”.
El presidente colombiano saliente, Iván Duque, habló por teléfono con su sucesor para felicitarlo por su triunfo en el balotaje. “Llamé a Gustavo Petro para felicitarlo como presidente electo de los colombianos. Acordamos reunirnos en los próximos días para iniciar una transición armónica, institucional y transparente”, manifestó Duque en Twitter.
Más de 39 millones de electores estaban habilitados para votar en la segunda vuelta de la elección presidencial. Las urnas, que abrieron a las ocho de la mañana (1300 GMT), cerraron a las 16.00 horas (2100 GMT) y de inmediato se inició el conteo de los sufragios.
El senador y exalcalde de Bogotá, Petro, fue el líder indiscutido en las encuestas previas a la primera vuelta donde se impuso con el 40% en los comicios del pasado 29 de mayo. Es la tercera vez que el economista (exguerrillero que firmó la paz en los noventa) compite por la presidencia. Representó la promesa de un histórico giro a la izquierda por primera vez en la historia.
Por su parte, Rodolfo Hernández, empresario del sector de la construcción en su país, fue la sorpresa al obtener el segundo lugar con el 28% de los votos y haber dejado en carrera a Federico “Fico” Gutiérrez, el candidato del expresidente e histórico armador de la política colombiana, Álvaro Uribe. Para lograrlo, el exalcalde de Bucamaranga tomó como ideas centrales en su discurso de campaña la lucha contra la corrupción y montó una bizarra campaña en las redes sociales, además de hacer una serie de promesas “populistas”.
Ante este escenario, la ciudadanía colombiana llevó a estos dos candidatos de los extremos al balotaje. No hubo elección por los partidos políticos históricos, por lo que es todo un fenómeno este proceso electoral en Colombia. Si vence Petro, la izquierda llegará por primera vez al poder y si el triunfo es para Hernández, estará al frente del país un millonario sin partido enredado con la justicia.
Petro propone reformas económicas y sociales para combatir la pobreza, la desigualdad y la exclusión que cautivaron a millones de pobres, aunque despiertan temor entre los empresarios y los mercados financieros.
“Por fin, gracias Dios mío. Yo sé que va a ser un buen presidente y nos va a ayudar a los menos favorecidos, esto va a cambiar para bien”, dijo Alejandro Forero, un discapacitado y desempleado de 40 años, mientras lloraba en su silla de ruedas en un coliseo de Bogotá en donde se reunieron los seguidores de Petro.
El presidente electo se comprometió en campaña a iniciar una negociación de paz con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), a implementar el acuerdo de paz de 2016 con la desmovilizada guerrilla de las FARC, incluidas las disidencias que regresaron a la lucha armada, y a buscar el sometimiento de las bandas criminales implicadas en el narcotráfico.
El país aún está inmerso en un conflicto interno de casi seis décadas que ha dejado 260.000 muertos, pese al acuerdo de paz que permitió que 13.000 integrantes de las FARC dejaran las armas, se reintegrarán a la vida civil y formarán un partido político.
No obstante, Petro deberá buscar alianzas en el Congreso para impulsar las reformas económicas y sociales con las que se comprometió, debido a que no cuenta con una mayoría pese la buena votación que logró la izquierda en los comicios legislativos de marzo.
“Hoy voté por mi hija, hace dos semanas le celebré sus 15 años y me pidió solo un regalo, que votara por Petro, ya que ella no podía. Nunca voto, pero es el regalo para la mujer que me da fuerzas para levantarme todos los días a luchar”, dijo a Reuters Pedro Vargas, un guardia de seguridad de 48 años.
“Ojalá este hombre le cumpla las expectativas a mi hijita, que tiene mucha fe en sus promesas”, agregó Vargas, quien votó en un centro electoral del occidente de Bogotá.