Ante la preocupante crecida del río y el riesgo de empeoramiento en las condiciones climáticas, las autoridades del Parque Nacional Iguazú han tomado la decisión de cerrar el acceso a las Cataratas. Esta medida excepcional se toma por primera vez en la historia del parque debido a un alerta meteorológico.
El cierre del parque no fue anunciado oficialmente, pero los operadores turísticos de la zona ya habían suspendido todas las actividades programadas para este sábado. La evaluación de las condiciones climáticas durante el resto del fin de semana determinará cuándo se levantará la medida.
“Las lluvias son comunes en esta región, lo que le da su característica de selva a este lugar geográfico, y nunca antes habían dado lugar al cierre completo del Área Cataratas. El Parque Nacional Iguazú es un recurso de inmenso valor tanto para los argentinos como para el mundo entero”, declararon los operadores turísticos en un comunicado, expresando su descontento por el cierre “arbitrario y sorpresivo” del parque.
Además, cabe destacar que el 2 de noviembre, las Cataratas permanecerán cerradas debido a una protesta de los guardaparques, en el marco de una movilización de los sindicatos que los representan (SIGUNARA, UPCN y ATE). Esta protesta tiene como objetivo llamar la atención sobre el juicio que enfrentan cuatro colegas procesados por la muerte de dos niños que lamentablemente fallecieron a causa de la caída de un árbol en Junín de los Andes.
Esta medida es particularmente controvertida, ya que los guardaparques no tienen superiores jerárquicos que decidan por encima de ellos; en un Parque Nacional, son la máxima autoridad con amplios poderes administrativos. Su misión principal es preservar y proteger un patrimonio que pertenece a todos los argentinos, y rara vez se ha visto un cierre de una zona natural de este tipo.