15 escuelas y una universidad suspendieron sus clases en Valparaíso por el funeral del narcotraficante conocido como “Ñaju”, quien murió acribillado la semana pasada.
El funeral narco de un peligroso capo de las drogas obligó a suspender las clases en 15 colegios y dos universidades de Valparaíso, en la costa central de Chile.
La decisión de las autoriades educativas se fundamentó en el temor a que se produjeran incidentes durante la procesión hasta el cementerio de Playa Ancha, donde fue enterrado Camilo Noé Rojas Chepulich, alias El Ñaju, jefes de una de las bandas narco que controlan esa zona de la ciudad portuaria chilena.
El narcotraficante, de 27 años, murió acribillado la semana pasada en las afueras de un colegio durante una emboscada de un grupo rival.
Por qué suspendieron las clases los establecimientos educativos de Valparaíso
La muerte de El Ñaju desató un fuerte temor de enfrentamientos armados en represalia por el crimen. Ante este panorama, las autoridades decidieron suspender las clases por considerar “de alto riesgo” el funeral. La medida, según la prensa local, alcanzó a 15 colegios primarios y secundarios y dos casas de estudios superiores, la Universidad de Playa Ancha y la Universidad de Valparaíso.
“Lamentamos profundamente que por este funeral de alto riesgo debamos tomar este tipo de decisiones, pero la integralidad de nuestras comunidades educativas siempre será nuestro principal objetivo”, aseguró Daslav Mihovilovic, director ejecutivo del Servicio Local de Educación Pública de Valparaíso.
Cómo fue el funeral de un capo narco que obligó a suspender las clases en 15 escuelas y dos universidades de Valparaíso
El Ñaju fue asesinado con 30 balazos en las afueras del colegio Las Acacias, en el acceso principal a Valparaíso. Su funeral se realizó el martes y el cuerpo fue trasladado al cementerio de Playa Ancha por una procesión de autos, en medio de un fuerte operativo de seguridad.
Dos buses de Control de Orden Público de Carabineros, un carro lanzagases y una camioneta del Grupo de Operaciones Especiales -cuyos agentes ingresaron al cementerio con metralletas- custodiaron el cortejo, según La Tercera.
La familia del capo narco cortó el tránsito con maderas y piedras en una de las calles del barrio. Finalmente, la procesión se realizó sin incidentes.
El homicidio de El Ñaju habría sido cometido en venganza por la muerte “El reguetonero”, uno de los integrantes de una banda rival dedicada al tráfico de drogas. Según la prensa local, el peligroso delincuente fue “vendido” por su novia, una estudiante de la escuela en cuyas puertas fue acribillado.