Esta semana después de tres años, el 2 de enero de 2023 inició el juicio contra los acusados. Este se compondrá de 22 audiencias, las cuales tendrán lugar en el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°1 de Dolores y contarán con la participación de más de 170 testigos.
Los acusados están imputados por los delitos de “homicidio doblemente agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas” y “lesiones leves”. Graciela Sosa, madre del joven asesinado, expresó: “Esperamos que se haga justicia por Fernando. Cadena perpetua y que cumplan como se debe. Basta de privilegio”.
Ni bien comenzó la primera jornada del juicio, Hugo Tomei, abogado de la defensa pidió la suspensión del debate: “Fueron condenados sin un juicio previo. Se les negó la posibilidad de ser oídos”, argumentó. Sin embargo, el Tribunal rechazó el pedido de nulidad.
Segundo día del juicio contra los 8 acusados:
En esta segunda jornada del juicio, declararon los amigos que se encontraban con el adolescente en Villa Gesell. “Se va a exhibir toda la prueba fílmica. Acá hay que venir a dar la cara como lo hicieron ese 18 de enero”, comentó Fernando Burlando, abogado de la familia Báez Sosa.
Julieta Rossi, la novia de Fernando, era una de las primeras personas que debían testimoniar, pero entregó un certificado por síntomas postraumáticos. En su lugar se presentó Oscar Rossi, su padre: “No está preparada para contar lo que vivió el día del hecho. Ella fue la última persona que salió del boliche”.
“Máximo Thomsen fue el que más tiempo vi golpeándolo. Hay fotos y videos, el rompecabezas se va a terminar armando”, señaló Lucas Filardi, uno de los amigos de Fernando.
“Dentro de lo que era nuestra manera de impedir el ataque, ninguno de nosotros iba a querer parar esto por la fuerza, sino diciendo que paren. Somos ingenuos, y nos lo impidieron, no nos dejaron ayudarlo”, relató Juan Bautista Besuzzo, otro de los amigos.
Tercera jornada de debate:
declaró Pablo Ventura, el joven acusado falsamente por los imputados, dijo a la prensa que no sabe por qué lo nombraron ya que al momento de la tragedia él se encontraba en la localidad bonaerense de Zárate junto a su familia. “Los vi una o dos veces y vi que ellos no me podían ver a la cara”, contó. Y aseguró que “no los perdonaría por lo que me hicieron”.
En una entrevista radial, su padre José María Ventura, manifestó: “El juicio es recordar todo de vuelta, imagínate que fue un momento dificilísimo. Hoy estamos pidiendo justicia por Fernando”.
También declararon tres amigos de Fernando, un grupo de trabajadores del boliche Le Brique y dos efectivos policiales.
Cuarto jornada testimonial:
Este día declaró Tatiana Caro, que se encontraba con un amigo en el bar contiguo al boliche donde se perpetró el ataque y desde allí pudo ver gran parte de lo sucedido, por lo que se la considera una de las testigos más relevantes en la causa.
“Yo vi toda la secuencia pero no quiero dar información sobre la audiencia. Estamos haciendo todo lo posible para que se haga justicia como corresponde”, sostuvo Caro ante los medios.
Asimismo, declaró Virginia Pérez Antonelli, la joven que le hizo reanimación cardiopulmonar a Báez Sosa,y afirmó que “no paraban de pegarle ni un segundo” y ante las preguntas del tribunal identificó a uno de los agresores como “una bestia físicamente”.
“Esto nos marcó a todos. La condena tiene que ser perpetua, es indiscutible. Todos hicieron algo, todos encubrieron y acusaron a un inocente. Cada uno de los que nos sentamos ahí a declarar somos la voz de Fernando”, concluyó Antonelli.
Al completarse la primera semana del juicio y al poder mirar por primera vez a la cara a los acusados, la madre de Fernando expresó a la prensa que los ocho detenidos “no sienten culpabilidad, pareciera que están en su mundo”, luego le agradeció a los testigos por los aportes. “El día a día de nosotros es difícil. Sentimos esa necesidad de estar con Fer, de estar abrazados compartir un domingo en familia. No tuvimos más Navidad, Año Nuevo, Día de la Madre, Día del Padre…”, manifestó.
Los ocho imputados son señalados por “homicidio doblemente agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas”.
El crimen, marcado por la discriminación y el clasismo, impactó a todo un país y miles de personas continúan saliendo a las calles para exigir justicia.