¡Catamarca en el podio!… de más empleo público

No hay Gobierno en Catamarca de las últimas décadas que no haya prometido alentar el empleo privado y dejar de engordar el elefante blanco del Estado, una administración pública con diez empleados por silla, ñoquis por todos lados, seis choferes por auto y un reparto de sueldos a la nada.

Sin embargo, cada vez que termina una gestión, el Estado tiene más y más empleados, porque son baratos y porque arman una red gigante de votos cautivos siempre conveniente a los oficialismos. Y de paso cañazo, permiten meter familiares y amigos con sueldos y obra social de por vida.

Pasan los años y eso no cambia, por más que cuando se inaugura un kiosco van todos los funcionarios a sacarse fotos para mostrar la pujanza del sector privado.

Un informe reciente muestra que el empleo público sigue ocupando un rol central en el mercado laboral argentino, aunque presenta marcadas diferencias según la provincia. La mayor parte de los trabajadores públicos se desempeña en los niveles provincial y municipal, y tanto la cantidad de personal como los niveles salariales varían ampliamente de una región a otra. Este trabajo elaborado por la Fundación Ecosur, revela cómo es el empleo estatal en el país, y en el podio aparece, como siempre, Catamarca.

En las provincias patagónicas y en varios distritos del norte, la participación del Estado como empleador es considerablemente más alta, mientras que en las jurisdicciones con economías más desarrolladas -como Buenos Aires, Córdoba o Santa Fe- prevalece la actividad privada, con una menor proporción de empleados públicos.

De acuerdo con el INDEC, hacia el segundo semestre de 2025 el 15,8% de los ocupados trabaja en el sector público. De ese total, el 21% corresponde al ámbito nacional, el 66% a los gobiernos provinciales y el 13% a los municipios.

Según un informe de la Fundación Ecosur de la Bolsa de Comercio de Córdoba, “estos datos reflejan el alto grado de descentralización del empleo estatal en la Argentina, donde los gobiernos subnacionales son los principales responsables de servicios esenciales como educación, salud y seguridad, concentrando así la mayor parte de la dotación de personal”.

La Dirección Nacional de Asuntos Provinciales (DNAP) estimó que, hacia diciembre de 2024, el país contaba con un promedio de 50 empleados públicos provinciales cada 1.000 habitantes. Sin embargo, detrás de esa cifra se esconden marcadas disparidades.

Tierra del Fuego encabeza el ranking con 130 empleados cada 1.000 habitantes, seguida por La Rioja (114), y con medalla de bronce Catamarca, que tiene 106, más del doble de la media nacional. En el otro extremo se ubican Córdoba (33), Buenos Aires (37), Santa Fe (42) y Mendoza (44), donde el empleo estatal tiene un peso significativamente menor.

De esta forma, las provincias con mayor presencia del Estado como empleador triplican o cuadruplican la cantidad de trabajadores públicos por habitante respecto de las jurisdicciones más orientadas al sector privado.

Las causas son tanto estructurales como políticas. Ecosur explica que “las divergencias se deben, por un lado, a factores como la densidad poblacional o la estructura productiva, y por otro, a las decisiones de política pública adoptadas a lo largo del tiempo”. Acá anotame en la segunda.

Un fracaso tan crónico que ya no puede mirarse como un fracaso de los gobiernos. No es que no puedan cambiar esta realidad: no quieren, porque les sirve que todo siga como está. Un bono aquí, un feriado allá, y todos bajo control.