A ocho meses del asesinato del ministro de Desarrollo Social, Juan Carlos Rojas, la investigación se encuentra en un punto muerto y las pericias cruciales aún no arrojan resultados. El abogado de la familia del ministro había solicitado la remoción del fiscal Hugo Costilla o la designación de un coadyuvante en la causa, pero el pedido fue rechazado por la Fiscalía General.
Entre las pericias pendientes se encuentran el cotejo de ADN en las prendas de vestir secuestradas en el domicilio de Silvina Nieva, así como también las pericias a los teléfonos celulares incautados en la investigación y la evaluación biométrica de Nieva para compararla con una fotografía de una cámara de seguridad cercana a la casa del ministro asesinado.
La querella expresó su preocupación por la falta de resultados y las inconsistencias en la dirección de la investigación, mencionando la aparición tardía de elementos relevantes en la escena del crimen, como una cadena que fue captada en la cámara pero no registrada en el acta de procedimiento.
Hasta el momento, Silvina Nieva es la única sospechosa del crimen, pero los investigadores no descartan otras hipótesis. Aunque fue detenida inicialmente por el delito de “homicidio doblemente agravado”, debido a las incongruencias en su declaración y las evidencias encontradas en su domicilio, la mujer fue liberada una semana después.
