Natalia del Valle Rojas y Carlos Fernando Rojas, hijos del fallecido ministro Juan Carlos Rojas, presentaron una ampliación de denuncia penal en el marco de la causa que investiga su muerte ocurrida el 4 de diciembre de 2022. La nueva presentación, con respaldo probatorio forense, apunta directamente contra el comisario Tomás Eloy Rodríguez, entonces jefe de la División Homicidios, por los delitos de encubrimiento agravado e incumplimiento de los deberes de funcionario público.
Según fuentes cercanas al caso, se han incorporado nuevos elementos que permiten concluir que la escena del crimen fue alterada, manipulada y deliberadamente mal gestionada desde el inicio mismo de la investigación. En el escrito, acusan a Rodríguez de haber impartido la orden de informar como “muerte natural” el fallecimiento del ministro, a pesar de la existencia de indicios visibles de violencia, como manchas de sangre, signos de lucha y una camisa rota con sangre.
La escena del crimen, liberada y contaminada
Uno de los ejes centrales de la ampliación de denuncia es la denuncia de graves deficiencias en la preservación del lugar del hecho. A más de una hora del arribo del primer personal policial, la escena aún no había sido perimetrada adecuadamente, permitiendo el ingreso de funcionarios, familiares y vecinos.
Sospechas de encubrimiento y manipulación deliberada
Para los hijos de la víctima, no se trata de errores operativos, sino de una conducta dolosa. En el documento señalan que la indicación temprana de una causa de muerte natural sesgó toda la actuación posterior de los investigadores, obstaculizando la correcta recolección de pruebas y desviando el foco de la causa.
Medidas solicitadas
En el texto, los querellantes solicitan una serie de medidas probatorias urgentes, entre ellas:
- La declaración testimonial de Carlos Fernando Rojas.
- El análisis forense del teléfono del comisario denunciado.
- El entrecruzamiento de llamadas con otros funcionarios intervinientes.
- Una rueda de reconocimiento para identificar a quienes autorizaron la limpieza de la escena.
Además, insisten en que la investigación contemple la posibilidad de una intervención previa de terceros en el armado de la escena del crimen.