En su intervención en el congreso Somos Pyme, que tuvo lugar en La Rural, el ministro de Economía, Luis Caputo, abordó el déficit de cuenta corriente registrado en el primer trimestre del año —unos USD 5.200 millones— y lo defendió con firmeza. Para el funcionario, se trata de un fenómeno previsible y positivo: “Es absolutamente razonable y hasta sano en una economía que está creciendo al 6%”.
Caputo explicó que este rojo en la cuenta corriente no responde al financiamiento del gasto público, sino al dinamismo del sector privado. Según dijo, el aumento se vincula directamente con una suba de la inversión en un escenario de “economía totalmente recapitalizada” y con un adelantamiento de importaciones luego de que se flexibilizara el régimen cambiario. “Tras la salida del cepo, el dólar empezó a converger sin generar estrés en los mercados ni en la gente”, aseguró.
Además, defendió el régimen cambiario actual al señalar: “El tipo de cambio flota; si a cualquiera le parece que está barato, puede ir y comprar”. En ese marco, resaltó que el modelo económico se apoya en un diseño “sofisticado” en los planos monetario, financiero y fiscal. “En Argentina nunca hubo orden macroeconómico por decisión política, solo como reacción a crisis”, sostuvo.
El titular del Palacio de Hacienda también se diferenció de experiencias pasadas al remarcar que este déficit externo no es equivalente al déficit público tradicional. “Hoy el déficit de cuenta corriente es del sector privado. Es lógico que, en una economía en expansión, aumente la formación de capital”, dijo. Según los últimos datos oficiales, la formación de capital creció un 31,8% interanual.
Antes de cerrar su participación, Caputo dirigió un mensaje directo a las pequeñas y medianas empresas presentes: “Los protagonistas de esta historia son ustedes”. En ese sentido, adelantó que el Gobierno prevé continuar con la desregulación, reducir la carga tributaria y avanzar con reformas laborales. A su vez, instó al sector privado a “seguir invirtiendo y ganando eficiencia” para acompañar el rumbo económico actual.