Cada vez más tierno

Las tropas de Walter Arévalo y su furia se desinflaron esta vez en tiempo récord, y dejaron boquiabiertos a sus más fanáticos seguidores, que todavía se preguntan para qué hizo el paro.

Ya la cosa venía rara desde el principio, porque el SOEM capitalino armó un paro… después de recibir el aumento más alto de todos, incluyendo a los otros 35 municipios y a los estatales de provincia.

Enojadísimo por el aumento, el líder Arévalo anunció que daría rienda suelta a su rebeldía sin par, mientras buscaba alguna excusa para la huelga y no la encontraba.

Y aquel guerrero de las calles que aguantaba un mes de protestas sin transpirar, salió a la cancha con el pecho inflado y se entregó mansito a la media hora.

Veamos: iba a arrancar el paro un día casi feriado, el 8 de Marzo, que por el día de la mujer daba asueto a todas las chicas y señoras del municipio. No se notó nada de ningún paro y la cosa quedó para el martes, donde tampoco pasó nada.

Después empezó a analizar si hacía cortes o no hacía, después llovió y el viernes ya estaban pidiendo dialogar. El fin de semana a descansar de tanta batalla.

A menos de una semana de haber empezado, avisó que ahora sí largaba con todo la gran protesta, que se venían cortes en el centro y legiones de indignados como una marea humana siguiéndolo a la victoria.

El lunes anunció que el inclaudicable plan de lucha por fin se iba a poner picante y agarrate Catalina… y el martes firmó el acuerdo y se volvió a la casa.

Eso sí, con el aire triunfal de siempre, porque no es cuestión de dar el brazo a torcer aunque pierdas 8 a 0 el primer tiempo.

Y podría haber armado un discurso conmovedor para todos:

“¡Compañeros municipales! El intendente nos quería atropellar con un humillante y vergonzoso aumento del 35 por ciento, una miseria del 35 por ciento que de ninguna manera íbamos a aceptar y por eso decidimos luchar hasta las últimas consecuencias. Y ahora compañeros, gracias a esta fuerza invencible que tenemos unidos, ¡conseguimos un fabuloso y sensacional aumento del 35 por ciento!”

Levante la mano el que se acuerde de una protesta por mejora salarial que empiece y termine con el mismo aumento.

¿Qué fue eso? ¿Un paro que tuvo como gran victoria que no le descuenten los días de paro? ¿Y qué le iban a descontar si empezó y terminó sin que nadie se entere?

Porque en el medio empezaron las clases en las escuelas municipales, se levantó la basura como siempre, se abrió el Nodo de Vacunación municipal y todo siguió como si nada. El pobre Walter quedó como un Sansón recién salido de la peluquería.

Mi viejo Arevalito ya no es lo que era, ya no es lo que era… al final parece que lo único que lo enojó es que dieran el aumento sin poder decir que lo había conseguido él.

El Catucho.

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