Sebastián Battaglia dirigió este jueves la práctica de Boca Juniors en una suerte de señal de que seguirá en funciones como entrenador del equipo profesional. El exfutbolista saltó al campo de juego de una de las canchas del predio de Ezeiza luego de mantener una reunión con Juan Román Riquelme, vicepresidente del club y titular del Consejo de Fútbol, que duró cerca de una hora.
Battaglia y Riquelme habían llegado casi al mismo tiempo al predio de Boca en Ezeiza. Alrededor de las 14.30, el DT arribó al predio con la intención de dirigir la práctica, pero los trabajos se demoraron en virtud de la reunión a la que fue convocado con el vicepresidente y el Consejo de Fútbol para hablar sobre su futuro.
La reunión entre Battaglia y Riquelme arrancó minutos antes de las 17 y se extendió casi hasta las 18. El eje de la conversación se estima que fue el mal momento que atraviesa el equipo y las posibles alternativas a futuro. Una vez que el encuentro finalizó, el DT se dirigió a una de las canchas y se puso al frente de la práctica del equipo.
Los futbolistas que jugaron ante Godoy Cruz realizaron trabajos regenerativos en el gimnasio, mientras que más tarde aquellos que no sumaron minutos hicieron ejercicios con pelota. Fue este segundo grupo el que estuvo bajo la atenta mirada de Battaglia.
Pasadas las 19, el DT y todos los integrantes de su cuerpo técnico dejaron el predio. No pararon a hablar con la prensa y tampoco hubo comunicación oficial sobre su situación de parte del club. La presencia del entrenador en la práctica parece indicar que estará al frente del equipo el próximo sábado ante Central de Córdoba de Santiago del Estero aunque la última palabra aún no se ha dicho.
Los resultados de Boca son preocupantes, pero lo es aún más el desempeño del equipo: individualidades que no gravitan y un juego colectivo que no sobresale son las características de este momento del Xeneize. Aunque los hinchas mostraron cierta paciencia para el trabajo del entrenador en virtud de su peso como gran figura del club, el miércoles por la noche en el empate 1-1 ante Godoy Cruz bajaron los primeros silbidos y cánticos de advertencia.