Como si no fuera suficiente papelón el desastre del Estadio brizuelista, que se cayó como una casita naipes poco después de ser inaugurado, Catamarca sigue pagando fortunas para arreglar y rehacer obras nuevas, que evidentemente se hacen mal (pero se cobran muy bien).
El nuevo despilfarro será en la ruta provincial 43, que une El Peñón con Antofagasta de la Sierra, un camino que está destruido en grandes tramos y que tiene que hacerse de vuelta,a pesar de que ¡se inauguró a fines del año pasado!
Por favor, esto es inadmisible. Nos toman por tontos o las facturas para obra pública las reparten como volantes de circo.
Esto es una locura, y los responsables apuntan más que nada al Gobierno anterior (sí, los dos gobiernos son peronistas, pero acá también acusan una pesada herencia), y explican que la obra se hizo mal porque se apuraron a inaugurarla antes de que terminara el mandato de Lucía Corpacci.
Fue por eso, dicen, que se hizo así nomás.
Pero no es el cordón cuneta de un barrio que pueden arreglar un par de vecinos que se dan maña con el fratacho: esta obra costó más de 30 millones de pesos, y a menos de un año de ser inaugurada hay que repavimentar todo.
Claro, hay un detalle que indigna más que la obra mal ejecutada, y es que se culpa por su precoz destrucción a los camiones mineros. Mucho tránsito pesado, un camino hecho a las apuradas para la foto, y las consecuencias están a la vista: hay que hacer todo otra vez.
La pregunta que se cae sola es… ¿si la rompieron las mineras, por qué no ponen la plata para arreglarla las mismas mineras? ¿No son los reyes de la inversión, los comodities internacionales, los que cuentan billetes verdes de a millones? Genial: entonces que se hagan cargo de lo que rompen. Ya no que no limpian los ríos ni rellenan los pozos en las montañas, al menos que arreglen las rutas que destrozan con sus camiones para llevarse lo nuestro.
Pero no, acá está el Estado bobo que de todo se hace cargo, y en el medio empresas constructoras felices de la vida, porque cobran una y otra vez por el mismo trabajo.
Y hay más. Porque el dólar blue, el dólar turista, el dólar catucho y toda esa historia también influye: conclusión, la ruta salió 34 millones y arreglarla sale 70 millones. ¡Más del doble! ¡El arreglo cuesta más del doble que la obra original!
Somos los hijos de la pavota.
La Visión del Catucho