BAFICI se despide con fuerza: cine argentino, terror y retratos íntimos marcan el cierre

El Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente (BAFICI) se encuentra en la recta final de su Competencia Argentina, y las últimas proyecciones reafirman el protagonismo del cine nacional en una edición repleta de emociones, diversidad de miradas y propuestas que interpelan. Del 1 al 13 de abril, las salas porteñas vibraron con películas que desafiaron géneros, exploraron el presente y rindieron homenaje a las historias íntimas.

Entre las más aclamadas aparece La virgen de la tosquera, dirigida por Laura Casabé y basada en un cuento de Mariana Enriquez. La película, que forma parte del libro Los peligros de fumar en la cama, reconstruye con tensión y realismo la atmósfera densa del diciembre de 2001, combinando el terror social con el psicológico. Esta propuesta renovó el cine de terror argentino con una apuesta estética que dejó al público sin aliento.

Por otro lado, La noche sin mí, de María Laura Berch y Laura Chiabrando, logró conmover al retratar una jornada cualquiera en la vida de una mujer que encarna múltiples roles sin descanso: madre, hija, hermana, esposa, ama de casa y trabajadora. Con una interpretación sobresaliente de Natalia Oreiro, la cinta logra un registro profundamente íntimo y humano, y abre preguntas sobre la explotación cotidiana que atraviesa lo femenino.

Dentro de los 14 largometrajes en competencia, también sobresale Presente continuo, el documental de Ulises Rossell que ofrece un retrato tierno y complejo de su hijo Lisandro, un adolescente dentro del espectro autista que comienza a transitar la adultez. La película se impone por su mirada amorosa, alejada de lugares comunes, y logra un acercamiento poético y real a una vida en proceso.

Mientras se acerca el final del festival, el BAFICI sigue ofreciendo clases magistrales, espacios de diálogo y actividades que refuerzan su rol como uno de los encuentros cinematográficos más importantes de América Latina.