Muchos están seguros, a algunos les queda el beneficio de la duda, la mayoría lo piensa. ¿Bacchiani es un genio que burló también a la justicia cordobesa? El tipo fue, se sentó en el banquillo un rato y arregló todo.
“Sí, soy culpable. Sí, los estafé a todos. Sí, diez años de cárcel está bien, acepto”. Todo cocinado. Claro, diez años de cárcel no parece un gran negocio, pero él sabe que no serán diez años, primero porque ya lleva tres guardado, y después porque con buena conducta en un tiempo corto va a poder salir.
Pero resolvió lo más complicado, que es el tema penal. De guita nada, no soltó ni un peso. “Tengo la plata, pero son bienes gananciales. Tengo la plata, pero está todo en quiebra”.
Plata no va a poner, esa es una causa civil que tendrá que seguir y suerte para todos los que esperan. Seguirán esperando.
Encima ni siquiera dice que no puede o no quiere pagar. “Yo quiero pagar pero no puedo, no me dejan”, es el verso que tiene desde siempre.
Y bueno, ya está. Ahora lo traerán de vuelta a Catamarca, y seguirá esperando. Capaz puede hacer arreglos en los otros juicios que le faltan.
En concreto, no largó un mango.
La fantasía de muchos es que Bacchiani tiene todo calculado, por eso no se escapó cuando ya se rumoreaba que lo iban a detener.
La idea es que va a bancarse los años que se tenga que bancar en la cárcel, y cuando salga, toda la platita lo estará esperando. Un plan redondo.
Para algunos, como el abogado tucumano Alfredo Aydar, en Córdoba se apagó la última esperanza de recuperar el dinero.
Y puede ser, porque en Catamarca nunca se vio mucho interés por resolver el tema ni por llegar a la verdad, posiblemente por los lazos del poder político con la justicia, y los lazos de todos con el propio Bacchiani.
