Bacchiani cumplió una de sus promesas, muy tarde, pero lo hizo. El genio de las Bitcoins, que se sentía intocable por sus vínculos con políticos poderosos, después de dos años y medio de cárcel decidió hacer lo que amenazaba desde un principio: prender el ventilador.
Lo hizo en Radio Valle Viejo, en el programa de Hugo Diamante, y se despachó a lo grande, revelando que la familia del gobernador, ministros, intendentes, funcionarios judiciales, directivos bancarios y una multitud de celebridades locales le sacaban el jugo a sus inversiones, muchos con plata negra que no pueden justificar, y por eso se quedaron en el molde cuando otros hicieron demandas.
Lo de Bacchiani es casi un manotazo de ahogado, y su situación ya no va a cambiar por destapar la olla, pero al menos saca a la luz lo que muchos sospechaban y nadie decía. También dice que muchísimas personas metieron plata con testaferros y por eso sus nombres no figuran, y que entre tantos poceros aparecieron también recaudadores truchos que se quedaron la plata y le anotaron todo en su factura. Ahora está preso, debiendo por la que recibió y la que no recibió, porque todos hicieron leña del árbol caído.
Bacchiani dice que está atado de pies y manos, que no le devuelven sus propiedades, que no le puede devolver la plata a nadie, que lo que le incautaron lo repartieron no se sabe como.
Y lo que dice también es que todo está trabado porque como gente de la justicia está metida, y gente de la política está metida, lo mejor para todos es que la cosa siga así, que el mundo lo señale como culpable yquede todo en la nada.
Bacchiani no es un ángel, por supuesto, pero tampoco las cosas que dice son puros inventos. Hay mucho de realidad en sus declaraciones que, vamos a decirlo, no sorprenden mucho porque es lo que Catamarca sabe hace rato.
Por algo nadie del gobierno le responde ni sale a desmentir tanta acusación. ¿Será buena su estrategia? Había media docena de financieras truchas, la de Bacchiani ni siquiera era la más grande. RT Inversiones juntaba más plata que él. Pero ninguno de los otros acusados de dirigir estas empresas o estafas piramidales abrió la boca. Sólo Bacchiani habla. Hasta sus socios guardan silencio. ¿Quién es el único que sigue en la cárcel?
En el programa decían que como el caso es tan grave, lo de María Soledad Morales es un poroto al lado de este escándalo, y eso que no se mencionó todavía el posible vínculo con el crimen de Juan Carlos Rojas.
Aseguran que están dadas las condiciones para una intervención federal, pero claro, el que puede hacerlo es Javier Milei. ¿Será evitar ese golpe lo que lleva a Jalil a hacerse amigo de Milei aunque todo el peronismo se le enoje?
Bacchiani tiene mucho más para decir… habrá que escuchar.