Un cambio clave en el tratamiento fiscal de los fondos de cese laboral habilita un nuevo modelo de compensación para los trabajadores que dejen un empleo. La Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) resolvió esta semana que los montos abonados por seguros de cesantía no estarán sujetos al Impuesto a las Ganancias, tal como ocurre con las indemnizaciones tradicionales por despido.
La medida era esperada por el sector asegurador para activar la comercialización de estos productos, que requieren definiciones legales y fiscales claras. Según explicó Irene Capusselli, presidenta de la Asociación de Aseguradoras de Vida y Retiro de Argentina (AVIRA), la resolución permite excluir a estos pagos del régimen de retención previsto por la AFIP en su Resolución 830, que establece una retención del 3% sobre los rescates. Ahora, los pagos por fondos de cese no sufrirán ese descuento.
“Era necesario nivelar condiciones con la indemnización tradicional, que tampoco paga Ganancias. De lo contrario, este esquema nacía en desventaja”, apuntó Capusselli en diálogo con Ámbito Financiero.
El fondo de cese laboral es un sistema que debe ser incluido en los convenios colectivos de trabajo, lo cual implica una negociación entre sindicatos y empleadores. Por ahora, no hay un fuerte impulso gremial o empresario para incorporarlo. De hecho, el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, reconoció públicamente que solo algunos sectores, como la Sociedad Rural, el gremio de seguridad privada y gastronómicos, manifestaron interés concreto.
El sistema permitiría que el trabajador, al ingresar a una empresa, opte entre el régimen clásico de indemnización y un esquema de fondo individual, que se alimentaría con aportes patronales mensuales. Para que resulte atractivo, el convenio colectivo deberá detallar condiciones de uso y beneficios adicionales.
“Se tiene que definir qué porcentaje del sueldo aporta el empleador, en qué casos se puede acceder al fondo además del despido sin causa. Por ejemplo, una renuncia voluntaria podría habilitar un retiro parcial del fondo acumulado”, detalló Capusselli.
Otro punto clave es la posibilidad de usar parte del fondo como herramienta de retiro complementario, algo que actualmente no ocurre en el sistema laboral. “Hoy una persona que trabajó 25 años en una empresa y se jubila, no recibe ningún pago extra. Este esquema puede cambiar eso: el trabajador podría rescatar su fondo al momento de jubilarse”, destacó la titular de AVIRA.
También se contempla que el sistema permita rescates anticipados en casos de eventos extraordinarios, como enfermedades graves en la familia u otras emergencias personales.
Un punto que buscan garantizar desde las aseguradoras es la transparencia y trazabilidad de los aportes: los trabajadores podrán consultar cuánto tienen acumulado y qué intereses han generado sus fondos, lo que daría mayor claridad sobre la evolución de su ahorro laboral.
“Lo importante es que el convenio contemple situaciones que activen el interés del trabajador. Si el sistema solo sirve en caso de despido, muchos lo van a rechazar”, remarcó Capusselli.
La ejecutiva señaló que el contexto macroeconómico actual ofrece una oportunidad para desarrollar productos de ahorro a largo plazo. “Esto no lo podríamos estar hablando con una inflación de dos dígitos. Hoy el escenario es más favorable”, concluyó.