Un devastador atentado suicida en la provincia de Khyber Pahthunkhwa, al noroeste de Pakistán, dejó más de 100 personas heridas y 40 fallecidas durante una reunión del partido religioso Jamiat Ulema-e-Islam (JUI-F). El trágico hecho ocurrió mientras más de 400 personas se encontraban reunidas bajo una carpa en una ciudad fronteriza con Afganistán.
Aunque hasta el momento ningún grupo ha reclamado la responsabilidad del ataque, las sospechas apuntan hacia el Estado Islámico, que ha perpetrado repetidos ataques en el país en los últimos años.
Según el oficial de policía del distrito, Nazir Khan, “El JUI-F organizó una convención de trabajadores en la ciudad de Khar, en Bajaur, en la que 40 personas perdieron la vida y más de 130 resultaron heridas”. Ante la gravedad de la situación, las autoridades declararon el estado de emergencia en los hospitales de Bajaur y alrededores. Los heridos más graves fueron trasladados en helicópteros militares a los hospitales de Peshawar, la capital de la provincia.
El aumento de los atentados en Pakistán se ha vinculado a la asunción de los talibanes al poder en Afganistán en agosto de 2021. En enero pasado, un terrorista con vínculos con los talibanes perpetró un ataque suicida en un complejo policial en Peshawar, profundizando la inseguridad en la región.
El grupo yihadista ha mantenido una cruzada contra JUI-F debido al apoyo que el partido religioso ha demostrado a distintos gobiernos e incluso al ejército, a pesar de considerarse un grupo islámico.
