Se trata de Gabriel “Nicolás” Carrizo, el dueño de la máquina que hacía el algodón de azúcar que fue visto cerca de la casa de la vicepresidenta.
Nicolás Gabriel Carrizo, el supuesto vendedor de copos de nieve que se presentó en una entrevista en Telefe junto a Brenda Uliarte, fue detenido este miércoles en la causa que investiga el atentado contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
El hombre, supuesto líder del grupo conocido como “Los copitos”, se suma a los ya arrestados Fernando Sabag Montiel, Brenda Uliarte y Agustina Díaz.
Conforme a las pruebas recolectadas hasta el momento, los investigadores consideran que el hombre, junto a Sabag y Uliarte, participó de las tareas de inteligencia en las inmediaciones del domicilio de la vicepresidenta.
De acuerdo a los videos analizados, Carrizo estuvo en la esquina de Juncal y Uruguay los días 27, 28, 30 y 31 de agosto, junto a los otros “copitos”. Y, además, se lo ve entre la multitud, en la noche del jueves 1 de septiembre, cuando ocurrió el atentado contra CFK.
Otra prueba que complicó su situación fue que, horas después del atentado, Carrizo había publicado violentos mensajes en sus estados de WhatsApp. “Seguro el próximo sos vos, Alberto, tené cuidado”, rezaba uno de los textos.
Además, tras la detención de Sabag Montiel, el ahora detenido había brindado una entrevista televisiva junto a Brenda Uliarte, en la que ambos afirmaron que no conocían los planes y que joven que gatilló la Bersa “era capaz” de matar. También estaban Miguel Ángel Castro Riglos, Sergio Orozco, Leonardo Volpintesta y Lucas Acevedo.
“Nos culpan de algo que no hicimos, dicen que somos un grupo terrorista”, se defendieron en aquel momento ante las cámaras.
Carrizo, jefe de “los copitos”
Sin embargo, días después, se produjo la detención de Uliarte, tras haber sido identificada en el lugar del atentado. Mientras que, los demás integrantes de “Los Copitos” fueron citados a declarar como testigos, y repitieron el mismo discurso de desconocer los planes de Sabag Montiel.
Precisamente, cuando declaró, Carrizo se presentó ante la justicia como el jefe del grupo, porque era el dueño de la garrafa que alimentaba la maquina de hacer copos de azúcar. Y dejó su teléfono para que sea sometido a los peritajes necesarios.
Este miércoles, le avisaron desde el juzgado que podía pasar a buscarlo y cuando apareció por el tercer piso de Tribunales le comunicaron que quedaba detenido. Ya había una orden de captura en su contra que lo estaba buscando, señalaron las fuentes de la investigación.