El viernes comenzó la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París 2024, un espectáculo ambicioso y sin precedentes con hasta 7.000 atletas desfilando por el río Sena ante los monumentos históricos de la capital francesa, a pesar de que el riesgo de lluvia aguó los ánimos.
El acto comenzó la retransmisión de una película protagonizada por el cómico local Jamel Debbouze y el exfutbolista Zinédine Zidane en el Estadio de Francia, y diez minutos más tarde la embarcación con la delegación griega dio inicio al tradicional desfile de los deportistas.
Por primera vez en la historia de las Olimpiadas, la ceremonia de apertura se celebra fuera del estadio principal, con unas 300.000 personas presenciándola desde gradas especialmente construidas a orillas del río, y otras 200.000 desde balcones y apartamentos. Como manda la tradición, la delegación griega tuvo el honor de encabezar la flotilla, como cuna del movimiento olímpico moderno.
En un ambicioso y arriesgado cambio con respecto a anteriores ceremonias de apertura, los atletas navegaron río abajo en una armada de 85 embarcaciones.
Al mismo tiempo comenzó el espectáculo musical, con la actuación de la reina del pop estadounidense Lady Gaga, que interpretó “Mon truc en plumes” de Zizi Jeanmaire, canción emblemática del music-hall francés, una de las grandes estrellas internacionales que está previsto que participen en la ceremonia.
A pesar de la previsión de fuertes lluvias y de una ola de atentados que paralizó la red ferroviaria de alta velocidad de Francia a primera hora del viernes, los organizadores confiaban en llevar a cabo la audaz ceremonia.
La ceremonia fue diseñada por el director de teatro francés Thomas Jolly, conocido por el exitoso musical de ópera-rock Starmania, y hasta cierto punto puede ser vista como una idea transgresora.
El organizador jefe de los Juegos, Tony Estanguet, dijo antes del espectáculo que habría algunas modificaciones si llovía, pero insistió en que el tiempo no empañaría el ambiente.
Largas colas se habían formado en los puntos de acceso a lo largo del Sena horas antes del comienzo del desfile. Tras pasar escáneres y controles, los primeros en llegar descubrieron los numerosos escenarios flotantes instalados en el canal del río y los puentes engalanados con banderas y los colores rosa y morado de los Juegos.
Para la ceremonia se desplegó un enorme operativo de seguridad, con un perímetro de seguridad erigido a lo largo de ambas orillas del Sena. La ceremonia estará custodiada por 45.000 policías y paramilitares, y otros 10.000 soldados y 22.000 guardias de seguridad privados completarán la operación de seguridad. Francotiradores de la policía se situaron en puntos elevados a lo largo del río, al que dan cientos de edificios.
Las fuerzas de seguridad francesas están en máxima alerta para evitar que atentados terroristas estropeen el inicio de los primeros Juegos Olímpicos en París en 100 años, mientras que los actos de sabotaje de potencias extranjeras hostiles eran también un riesgo conocido.