Bajo la consigna “Armonía en Resistencia”, colectivos de trabajadores de la cultura organizan una serie de festivales simultáneos en la Ciudad de Buenos Aires y diversas provincias del país en respuesta al proyecto de Ley Ómnibus presentado por el Gobierno. La movilización tiene como objetivo salvaguardar las fuentes de financiamiento esenciales para las artes, actualmente amenazadas por la propuesta legislativa.
En el corazón de la protesta, la Ciudad de Buenos Aires se convertirá en el epicentro de expresiones artísticas, donde reconocidos exponentes de la escena musical argentina utilizarán los escenarios urbanos como plataforma de resistencia. En el Parque Chas, Hernán “Cucuza” Castiello y Analía Goldberg encabezarán un emotivo encuentro, mientras que en Acoyte y Rivadavia (Caballito), Vicky Polti, Eduardo Tami y Ema Guerrero ofrecerán su arte en rechazo a las medidas legislativas propuestas.
San Telmo resonará con la voz de Florencia Bernales, acompañada de Max Aguirre, Hernán Lucero y Sandra Márquez en la esquina de Defensa y Brasil. En Flores, Juan Pablo Fernández y Florencia Ruíz, junto a Alejandro Guyot, Santiago Pedroncini y Gigio, alzarán sus voces en la intersección de Morón y Artigas.
La protesta trasciende los límites de la capital, llegando a Córdoba, donde la Plaza San Martín de Capilla del Monte vibrará con la actuación de Pablo Dacal. En Guaymallén, Mendoza (Fournier esquina San Lorenzo), la grilla incluirá a Flor Muriel, Ema Pineira, Facu Jofre y Marcos Babar.
Esta movilización, impulsada por colectivos de trabajadores de la cultura, subraya la amenaza que representa el proyecto de ley para las fuentes de financiamiento destinadas a la música, el teatro y el cine. En un contexto donde la cultura ha sufrido particularmente debido a la pandemia, los artistas argumentan que las medidas propuestas por el Gobierno comprometen aún más la subsistencia de un sector ya vulnerado.
El mensaje es claro: la música es una necesidad y una urgencia para la sociedad, y los artistas están dispuestos a alzar la voz y los instrumentos para defenderla. La Ciudad de Buenos Aires y diversas provincias se convertirán así en escenarios de resistencia, donde la cultura se erige como protagonista indiscutible de la lucha por sus derechos y su supervivencia.