Las Aseguradoras de Riesgo de Trabajo, cuyo funcionamiento se modificó y reguló en 2017, dejaron el terreno allanado para uno de los más fabulosos negociados para el Gobierno catamarqueño, que podría hacer de la cobertura obligatoria para empleados públicos un “curro” de película.
Todo empezó cuando de la noche a la mañana se anunció que Grupo Provincia (de Buenos Aires), Provincia ART y el Gobierno de la provincia de Catamarca suscribieron un acuerdo para “instrumentar la contratación del servicio de cobertura de Riesgos del Trabajo para todos los dependientes de la provincia”.
Así se hizo entre gallos y medianoche, y apenas se informó como si fuera un gran logro cuando ya todo estaba cocinado, sin revelar cómo, por qué y a cambio de qué se hizo ese acuerdo.
La posible contratación responde a lo establecido en la Ley de Riesgos del Trabajo N° 24.557, sus modificatorias y complementarias, “frente a los posibles riesgos del trabajo (accidentes y enfermedades profesionales) y en todo lo relativo a prevención de riesgos laborales, seguridad e higiene, medicina laboral, y todo el asesoramiento de acuerdo con lo establecido en la normativa vigente”.
Todo muy lindo. El tema es que para Catamarca sería un gasto gigantesco, por el cual nunca se hizo un llamado a concurso, una licitación ni se siguieron los métodos que correspondían. Al estilo empresario y no gasto público del tipo “compra directa del avión”, se dejó todo preparado para elegir otra vez la metodología “es mi plata y gasto en lo que quiero”.
Cero explicaciones, cero respeto a las normas de contratación: capricho y reparto como si los administradores del dinero público fueran dueños de los fondos destinados.
¿Y por qué se puede elegir regalar semejante paquete de dinero al cuestionado grupo bonaerense? Porque varios amigos ganarían con la jugada que pagarían –sin saber- todos los catamarqueños.
El gestor habría sido un amigo de la casa, el veterano gremialista de verba florida que en la euforia menemista de los 90 reivindicaba los “retornos”, y que critica a mansalva cualquier gestión a menos de que le conviden una buena porción de la torta. Con Raúl Jalil se llamó a silencio y “acompaña”, lo que le da credibilidad a la idea de que está siendo bien “contenido”.
Para que se entienda, hablamos de un negocio que mueve grandes fortunas. Nada grande se consigue sin peligro, decía Maquiavelo. Y las aseguradoras de riesgo del trabajo parecen haberse tomado en serio al pensador italiano: se matan para recaudar y se disputan un mercado gigante de miles y miles de millones.
Rápidamente en el podio se ubicaron Prevención ART (20%), Provincia ART (19%) y Galeno ART (13%), que concentraron desde el comienzo un 52% de share de mercado. Muy de cerca las siguen Experta ART (11%) y Asociart ART (8%). El 30% restante está repartido en otras 15 empresas, donde tallan marcas como Swiss Medical, Federación Patronal, Omint y Berkley.
El rubro venía acelerando y el dinero llovía para estos grupos, que se vinculan, oh casualidad, con dos pilares de los intereses del gobierno catamarqueño: recursos públicos y salud.
La promulgación de la ley 27.348 (2017), le devolvió protagonismo a las comisiones médicas, y resucitó un sistema que se había visto jaqueado por el incesante incremento de la judicialidad por más de una década.
En Catamarca, de paso cañazo, con la ART con la que se acordó ganaría el mayor grupo privado que domina la salud. Más felicidad para el gobierno imposible.
Es una fuente de felicidad a la que, amistades políticas y gestorías mediante, la ART del Grupo Banco Provincia (Bapro) quiere sumarse muy gustosa.
Quedan en el aire las preguntas que nadie contesta ni contestará.
* ¿Por qué no se licita esta contratación?
* ¿Cuánto pagaría la Provincia por su servicio “mayorista” para los miles de empleados públicos?
* ¿Cuánto costaría cada cobertura en comparación con otras ART?
* ¿Quién/quienes se beneficiarían directamente con la contratación?
* ¿Quién ofició de gestor para que Catamarca avanzara en el acuerdo a 1.200 kilómetros?
* ¿Qué centros de asistencia privados ganarían en Catamarca con esta ART?
Esperamos novedades…
Mientras tanto, queda un último misterio por resolver. Cuando se intenta recabar alguna palabra oficial del tema, la respuesta es hermética: “De eso no hay nada”, “No se contrató ninguna ART”, “El tema se está estudiando”.
Raro y muy raro, porque el 28 de julio último el propio Grupo Provincia anunció que todo estaba cerrado y hasta puso declaraciones textuales de Raúl Jalil, quien decía: “Estamos orgullosos de dar el salto de calidad que los trabajadores provinciales catamarqueños merecen, para la prevención, la cobertura y capacitación de su vida laboral. Es una reivindicación histórica, y A PARTIR DE HOY TODOS LOS EMPLEADOS DE LA PROVINCIA DE CATAMARCA GOZAN DEL SERVICIO DE PROVINCIA ART, la compañía más importante del país”.
Las palabras del gobernador son luego ratificadas por el gobernador bonaerense Axel Kicillof y el presidente del Grupo Provincia, Gustavo Menéndez.
Textual, “a partir de hoy”. Dos meses después, se transformó en “no hay nada, se está estudiando”.
¿Cuál fue entonces el sentido de difundir en todo el país la firma de un acuerdo que se definió como “histórico”? ¿Miente el Gobierno o mintió el Grupo Provincia? Se publicó una batería de fotos anunciando el acuerdo: Jalil y Kicillof posaron mirando a cámara y firmando desde todos los ángulos. ¿Y no se cerró nada? ¿Qué fue lo histórico entonces? ¿Una charla preliminar? ¿Fue todo un circo? Demasiados puntos oscuros, que alguien prenda la luz.
Para finalizar, aclaramos que la firma del “histórico” acuerdo no fue una fake news, la informó prensa oficial de Catamarca y de hecho la información sigue en el portal oficial. Sí hay un detalle cierto: no habla de “contratación” sino de “instrumentar la contratación”, contradiciendo a Grupo Provincia que lo publica como hecho consumado y con la palabra de Jalil. ¿Qué ocurrió en realidad? Pasaron dos meses y nadie volvió a tocar el tema.
Van los links para los desconfiados, con los partes que oportunamente publicaron Grupo Provincia y el Gobierno de Catamarca: