La causa judicial por la presunta contaminación bacteriana de fentanilo, que provocó la muerte de al menos 34 personas en clínicas y hospitales de Buenos Aires, CABA y Santa Fe, sumó un nuevo y sorpresivo capítulo. Ariel García Furfaro, abogado y titular del laboratorio HLB Pharma —vinculado a la partida 31202 señalada por ANMAT como adulterada— presentó un escrito de once fojas ante el juez federal Ernesto Kreplak en el que denuncia sabotaje y apunta directamente a un ex colaborador cercano: Andrés Quinteros.
García Furfaro asegura ser víctima de un “escarnio periodístico injustificado” y atribuye lo ocurrido a maniobras dolosas de Quinteros, a quien además denunció penalmente por extorsión en febrero de este año. Según detalla, el vínculo con Quinteros comenzó cuando este era funcionario del Ministerio de Justicia bonaerense en la gestión de Felipe Solá, y se consolidó con el tiempo. Al fundar Laboratorios Ramallo y HLB Pharma, lo incorporó a sus proyectos como apoderado y encargado de áreas sensibles como seguridad, sistemas y personal.
Sin embargo, tras su salida de los laboratorios, García afirma que se detectaron faltantes de grabaciones de cámaras de seguridad y otras irregularidades que, según su hipótesis, podrían haber sido encubrimientos de maniobras perjudiciales. La relación entre ambos se quebró definitivamente cuando un empleado denunció que Quinteros intentó comprarle 30 ampollas de morfina, ofreciendo pagar “lo que sea”.
El empresario también relató un presunto intento de extorsión ocurrido en marzo, cuando un desconocido con antecedentes judiciales lo contactó con amenazas que, según sospecha, provenían de información facilitada por Quinteros. En el mismo sentido, asegura que una ex empleada lo alertó de intentos de Quinteros por inducir a exempleados a realizar denuncias falsas contra los laboratorios, con fines políticos.
García también pone en duda la rapidez con la que el Hospital Italiano de La Plata identificó las bacterias contaminantes en pacientes críticos, y apunta a posibles vínculos políticos entre el infectólogo del centro de salud y Quinteros, ambos vinculados al exministro Florencio Randazzo. Además, cuestiona la compra por parte del hospital de 10.000 unidades del lote investigado a la droguería Nueva Era, lo que considera “inusual” y sugiere pudo haber sido parte de un montaje para generar una denuncia con alto impacto público.
En cuanto a las pruebas materiales, el abogado del empresario, Gastón Marano —conocido por defender a uno de los imputados en la causa Maradona— aportó documentación oficial que demuestra la relación laboral de Quinteros con HLB Pharma. Una disposición del Instituto Nacional de Vitivinicultura confirma que Quinteros fue jefe de productos regulados de la firma y responsable por la pérdida de una partida de 526 litros de alcohol etílico, lo que derivó en una multa a la empresa.
Aunque Quinteros niega todas las acusaciones y su vínculo con la empresa, García Furfaro sostiene que su rol fue clave en el entramado que habría permitido una maniobra de sabotaje.
Además, recordó que en 2020 HLB Pharma gestionó sin éxito la distribución nacional de la vacuna rusa Sputnik V, en una operación que fue finalmente absorbida por el gobierno de Alberto Fernández. En ese expediente, Quinteros también figura como apoderado de la firma.
Desde el 28 de marzo de este año, HLB Pharma tiene un nuevo presidente, el abogado Sebastián Nanini, quien asegura haber adquirido el 99% del paquete accionario. Nanini también tiene vínculos con el PJ bonaerense y fue abogado de la exesposa de Lázaro Báez.
Por el momento, el juez Kreplak no se pronunció sobre el escrito de García Furfaro, aunque el documento ya fue incorporado a la causa que investiga una de las tragedias sanitarias más graves de los últimos años.