El acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) pasará a 2022. La confirmación del “puente de tiempo” acordado entre la Argentina y el Club de París, que habilita la posibilidad de no caer en default con ese organismo hasta el 30 de marzo de 2022, le permitirá al país extender los plazos de negociación con el Fondo hasta, incluso, más allá de esa fecha; con lo que a partir de ahora los tiempos que maneja el Gobierno de Alberto Fernández para llegar a un Facilidades Extendidas se extienden, al menos, hasta el primer semestre del próximo año. Dado que el Club de París no pretende que para la fecha de marzo estén cerradas las negociaciones, sino avanzadas de “buena fe” (así lo explicó ayer Martín Guzmán), el Ministerio de Economía ahora podrá abrir un frente de diálogo con el FMI sin presiones financieras externas a la vista. Al menos en el corto plazo.
En términos políticos, el “puente de tiempo” anunciado ayer, le permitirá al oficialismo llegar a las elecciones legislativas de noviembre sin la presión de estar en situación de default. Y, lo más importante, sin estar en medio de polémicas internas sobre si aceptar o no las exigencias del FMI para cerrar un Facilidades Extendidas clásico; el que, tal como adelantó este diario, no podrá extenderse más allá de los 10 años de vigencia. El acuerdo cerrado por Guzmán con el Club de París le permitirá al oficialismo pasar las conclusiones de la relación futura con el FMI para diciembre o el primer trimestre del año próximo; tiempo suficiente para negociar los términos de una Carta de Intención, sin que esta complique las expectativas legislativas del oficialismo; y así discutir los términos en situaciones políticas menos alteradas y, con el aval de Washington, lograr un poco más tiempo para estirar todo lo que se pueda el momento de comenzar a pagar.
Según las normas inalterables de los acuerdos del tipo Facilidades Extendidas, los estados se comprometen a comenzar a liquidar capital e intereses a los 4,5 años de firmado; con lo que si el acuerdo se cerrara al comienzos de 2022, los primeros pagos comenzarían a fines de 2026. Si se siguiera la lógica de los contratos, en ese momento se pagaría capital y en 2027 intereses. Si el Facilidades Extendidas se firmara este año, Argentina tendría que liquidar también capital a fines de 2026, pero intereses a comienzos de ese año. En otros términos, se ganarían seis meses.
El problema de retrasar un semestre la firma del acuerdo, es que el país debería enfrentar los vencimientos de este año; dinero que podría incluir en la renegociación general de la deuda de u$s44.500 millones que se le deben al organismo que maneja Kristalina Georgieva. El Ministerio de Economía debería ahora cumplir con los vencimientos de septiembre de u$1.800 millones, y otro similar en diciembre antes de Navidad, provenientes de los pagos del stand by firmado con el organismo en 2018 durante la presidencia de Mauricio Macri. Economía ya tenía presupuestado el pago del primer vencimiento, ya que se descartaba que el plazo no alcanzaría para cerrar el acuerdo con el FMI. El problema ahora es el dinero para el segundo. La idea del ministro siempre fue la de contabilizar los algo más de u$s 4.350 millones que recibirá el país probablemente en julio correspondiente a los Derechos Especiales de Giro (DEG); dinero que para el bloque oficialista del Poder Legislativo deberá tener otros destinos vinculados a los efectos de la pandemia. Como el dinero es intangible, todo se licuará en las reservas del Banco Central, que gracias al muy buen primer semestre del año sumaría más de u$s 10.000 millones de libre disponibilidad; con lo que, con mucho esfuerzo por cierto, Guzmán tendría el dinero para pagar los compromisos de este año con el FMI. Pero deberá hacerlo, especialmente en el caso de la liquidación de diciembre, con la certeza que el Facilidades Extendidas esté más cerca que nunca.