El peronismo catamarqueño está emocionado y agradecido con el intendente de Recreo, Luis Polti, que a veinte días de la elección salió a decir que roba en un acto.
No está claro si preparó su discurso con ChatGPT y se le trancó la compu o si le dio un ataque de sinceridad, pero micrófono en mano el lord mayor recreíno se despachó confesando que se embolsa recursos públicos. Con razón la oposición pide debatir.
“Si vienen y dicen ‘Polti roba’, deciles: ‘roba, pero trae para el pueblo’”, enseñó Polti a los ciudadanos recreínos, felices con la consigna del mandamás municipal.
Al parecer la frase triunfó entre otras opciones, como “Soy chorizo pero con chimichurri quedo sabroso”, o “Me paso de afanancio pero tengo buen corazón”.
Las glosas de Polti chocaron con la incomprensión que signa a los grandes artistas, y hasta le metieron denuncias por apología del delito. Lamentablemente, hay gente que no sabe apreciar la belleza de las palabras.
En realidad no lo inventó él. La frase “roba pero hace” tiene larga historia y nació en Brasil, con un exitoso político que se llamaba Adhemar Pereira de Barros.
Don Adhemar fue alcalde de la ciudad de San Pablo y dos veces gobernador de São Paulo. También fue candidato a presidente dos veces, pero perdió las dos.
Este Adhemar parece que era un genio del marketing, pionero en su país en técnicas de propaganda. Y también es cierto que hizo muchas obras importantes, pero en el camino se choriaba bastante para él.
Como no podían negar que había hecho muchas cosas, fue uno de sus adversarios, Paulo Duarte, el que inventó la frase “Ademar rouba mas faz” (“Adhemar roba pero hace”), intentando que se preste atención a la corrupción que había. Pero el tiro le salió por la culata y Adhemar terminó sacándole el jugo al slogan y ganó las elecciones.
Con ese antecedente, varios repitieron la fórmula, de gran éxito en países como Perú, y poco a poco el “roba pero hace” se instaló como mensaje de políticos que eran malos, pero no tan malos.
Acá lo más parecido fue Luis Barrionuevo, que invitó a sus colegas chorros a tomarse un respiro: “tenemos que tratar de no robar por lo menos dos años”, dijo el bueno de Luis.
Pero en general, chorros y no chorros se dan cuenta de que lo mejor es decir que no roban.
Esa es la moda que Polti viene a cambiar con su inspirada verba, aunque el Robin Hood lapaceño no hizo gran cosa como para presumir públicamente de lo que se chorea.