La derrota del justicialismo en el Chaco cayó como un balde de agua helada en todo el país, porque Jorge Capitanich es uno de los grandes caciques peronistas del interior, que marchaba haciendo la plancha hacia su cuarta gobernación, y terminó derrotado en las PASO por Juntos por el Cambio.
Capitanich era el gran favorito en todas las encuestas hasta que, unas dos semanas antes de la elección, los chaqueños se conmovieron por la desaparición de Cecilia Strzyzowski, y se apuntó como gran sospechoso a un hombre aparentemente vinculado con el gobernador.
El fin del cuento es que Juntos por el Cambio le sacó unos 30.000 votos a la alianza del PJ, en el Chaco, una provincia tan peronista que fue bautizada como Provincia Presidente Perón en su Constitución de 1951 (después del ’55 volvió a llamarse Chaco).
El tema es grave porque fue el tremendo hecho policial el que revirtió la elección, un antecedente que genera preocupación en Catamarca, donde el caso del crimen del ministro Juan Carlos Rojas se encuentra empantanado judicialmente,
Acá el oficialismo usa como muletilla en su discurso que se quiere “sacar provecho” de un caso policial, y que eso no se debe hacer. Pero la cuestión es más seria.
La ciudadanía no se da vuelta por un discurso más o menos politizado: se da vuelta por lo que un crimen significa, sobre todo cuando el poder parece estar involucrado.
Los chaqueños dijeron en las urnas que no quieren apoyar a un gobierno que pudo dar cabida a los sospechosos del crimen. Porque eso significa que están desprotegidos, que no hay justicia, que se puede hacer la vista gorda a una muerte.
Es un antecedente grave, y no el único (si lo sabrá Catamarca). Por eso hay preocupación en el oficialismo catamarqueño, que sigue sin respuestas ante el asesinato de Rojitas, nada menos que un miembro del gabinete de ministros.
Estamos hablando de un asesinato que ocurrió el año pasado. ¡El año pasado! Y no hay ni un detenido, ni una hipótesis firme. Cuánto tiempo habrá pasado que hasta se completó el jury al fiscal de la causa, el mismo que anunció públicamente que todo podría tratarse de una muerte por causas naturales, sin signos de violencia.
La sospecha de encubrimiento se palpa en el aire, y es denunciada por la propia familia de Rojitas.
Chaco dio un mensaje. ¿Impactará Rojitas en las elecciones locales como lo hizo Cecilia en Chaco? El tema se habló ayer entre los más altos funcionarios y el temor existe. La respuesta llegará en agosto.
La visión del catucho