En medio de una creciente tensión internacional, el Papa Francisco lanzó este domingo un llamado urgente para detener la escalada militar entre Estados Unidos e Irán, tras el reciente bombardeo estadounidense contra tres instalaciones nucleares iraníes. Lo hizo en un mensaje difundido desde el Vaticano, luego del rezo del Ángelus.
“Sigo con preocupación las noticias alarmantes que llegan desde Oriente Medio”, expresó el pontífice, en referencia directa al ataque norteamericano sobre las plantas de Fordow, Natanz e Isfahán, considerado por el gobierno de Donald Trump como un “éxito militar”.
El Papa apeló a la responsabilidad colectiva de la comunidad internacional para actuar antes de que la situación derive en una tragedia mayor: “Detengamos la tragedia de la guerra antes de que se convierta en una vorágine irreparable”, advirtió, pidiendo evitar que el conflicto escale a nivel global.
La respuesta desde Irán no tardó en llegar. El presidente Abbas Araqchí calificó el ataque como “el inicio de una peligrosa guerra” y solicitó una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU para tratar el caso y condenar lo sucedido.
El conflicto encendió alarmas también en otros actores globales. China y la Unión Europea condenaron la acción militar estadounidense por considerarla una violación del Derecho Internacional, y solicitaron un retorno inmediato a la vía diplomática.
Francisco fue enfático al señalar que “la guerra no es el camino hacia soluciones duraderas”, e insistió en la importancia de gestionar los conflictos con espíritu de grandeza: “Con magnanimidad, sin renunciar al respeto a la justicia y al Derecho Internacional”, afirmó.
El mensaje papal se inscribe en un contexto internacional cargado de tensiones, donde los llamados al diálogo y la moderación buscan evitar un nuevo escenario de inestabilidad global. “La humanidad no puede permanecer en la indiferencia”, concluyó el Papa.