Frente a ministros nacionales y provinciales, gobernadores, legisladores, intendentes y referentes sociales y de derechos humanos, el presidente Alberto Fernández encabezó en el Parque Colón de la Casa Rosada el acto por los tres años de gobierno del Frente de Todos. Hubo críticas a los medios, al Poder Judicial y a la oposición, y un fuerte mensaje al interior del oficialismo.
“Cuando Cristina (Kirchner) me propuso ser candidato, nunca pensé que los días que vendrían serían los que vinieron”, comenzó el mandatario. “Los dos soñábamos con poner en marcha una Argentina pujante que estaba muy quedada (…) y creíamos que todo eso éramos capaces de revertirlo”, siguió.
Volvió en ese punto a recordar la irrupción de la pandemia a los 100 días de asumir la presidencia y, luego, “la mala noticia de que Rusia y Ucrania se habían decidido a lanzar una guerra lastimando más vidas que las muchas vidas lastimadas que la pandemia había dejado”.
“En estos tres años hicimos muchas más cosas de las que somos capaces de ver”, sostuvo Fernández.
“Hemos atravesado tormentas de las peores, y hemos sabido superarlas”, introdujo el Presidente sus críticas a la prensa. “En cada tormenta siempre hay un punto azul, y ese punto azul muchos se encargaron de no mostrarlo. Mostraron los grises, los errores, pero no lo que fuimos capaces de hacer”.
El jefe de Estado afirmó que la Argentina se recuperó y llamó a “poner en valor esos logros”. “Que no nos confundan”, pidió. “Han tratado de convencernos de que somos un país sin destino. Escucho a un ex presidente (en alusión a Mauricio Macri) diciendo por el mundo que Argentina es el país de 70 años de frustración. Eso no es la Argentina”, sumó.
Sobre los medios, y con relación al viaje que realizaron jueces federales, funcionarios porteños y empresarios de medios al sur del país, dijo: “Hemos visto como el sistema de medios puede ocuparse de tapar una noticia, pero hace tres años que venimos viendo cómo se tapan noticias que hacen al desarrollo de la Argentina y al buen vivir delos argentinos”.
Fernández dijo que, a diferencia de otros años, optó por que, en esta oportunidad, se evalúe la gestión en un acto público, y le habló a quienes lo tildan –en sus palabras- de “timorato” y lo acusan de “no ejercer el liderazgo”, a la vez que envió un fuerte mensaje tanto al interior de la coalición oficialista, como a la oposición.
“Podrán tildarme de timorato, de débil, de que no grito. Sé que los gritos sirven de poco, que el diálogo ayuda mucho más. Y yo dialogo, pero donde corresponde. Con los trabajadores en las paritarias, con los empresarios y los actores civiles de la argentina en el Consejo Económico y Social. Y me encantaría dialogar en el Congreso con la oposición, si es que la oposición pensara más en la Argentina que en sus posibilidades electorales”, lanzó.
El Presidente dijo que cree en una República, pero aclaró que en ese sistema deben funcionar bien los tres poderes. “Un Ejecutivo que disponga, un Legislativo que saque las leyes y un Judicial que no ande escondidos en los lagos escondidos del sur de la patria, sino que haga justicia”, apuntó.
Auguró por otra parte tres años consecutivos de crecimiento para el final de su gestión y destacó que en estos tres años, se crearon 1.5 millones de puestos de trabajo.
“La Argentina es otra, y tenemos que darnos cuenta que es otra”, aseveró.
En otro pasaje de su discurso, le habló también a las organizaciones sociales y piqueteras, en pie de guerra por los planes sociales.
“Nunca vamos a dejar de lado, más allá de lo que escriban los diarios y de las denuncias, la asistencia del Estado a aquel que la necesite”, aseguró Fernández. Fue allí cuando aclaró: “Y vamos a hacerlo bien, porque tampoco queremos que esa asistencia vaya a parar a quien no la necesita. La asistencia del Estado es para quien lo necesita; para ellos, todo”.
Habló a su vez del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Y afirmó que pese al convenio, no se afectó ni la seguridad social, ni la educación, ni la ciencia, ni la tecnología ni el trabajo. “He cumplido”, dijo.
Ya en clave electoral, volvió a hablarle al oficialismo.
“Me voy a poner al frente para que en 2023 el presidente o la presidenta que asuma sea uno de nosotros. No voy a permitir que otra vez los que han entregado al país, lo han puesto de rodillas, vuelvan a hacerse cargo de la Argentina que sólo le sirve a pocos. Voy a ponerme al frente para ordenar nuestra fuerza política, que a todos incluya, que a nadie excluya, donde todos tengamos lugar, donde todos somos necesarios”, aseguró. Y añadió: “Voy a ser el más solidario con los compañeros o con la compañera injustamente perseguida, y voy a ponerme al frente del reclamo de libertad de los que están siendo injustamente perseguidos”.
“Empezamos el cuarto año, transitémoslo con mucha fuerza. Vamos a ganar, unidos y con mucha fuerza”, cerró.