Alberto Fernández pide por “multilateralismo” en la Cumbre de las Américas

Alberto Fernández aterrizó ayer a las 7.30 -hora local de Los Ángeles- en Estados Unidos para participar de la IX Cumbre de las Américas. El Presidente participó de la ceremonia de apertura de la reunión regional de presidentes que estuvo encabezada por el estadounidense Joe Biden.

El Jefe de Estado viajó acompañado por la primera dama, Fabiola Yáñez; el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa; el canciller Santiago Cafiero; la ministra de Salud, Carla Vizzotti; la portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti; el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello; su par de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz, y las secretarias de Legal y Técnica, Vilma Ibarra, y de Cambio Climático, Desarrollo Sostenible e Innovación, Cecilia Nicolini, además del jefe de Gabinete de Asesores, Juan Manuel Olmos, y el diputado nacional Eduardo Valdés.

Alberto tendrá un rol destacado teniendo en cuenta que ejerce la presidencia pro témpore de la Celac y reafirmará el “multilateralismo” como eje de la política exterior de Argentina. Además, al igual que en pleno interno, abogará por la unidad en la diversidad de América Latina para reclamar por la exclusión de países como Cuba, Venezuela o Nicaragua en la cumbre de Los Ángeles.

Washington intenta retomar protagonismo en la región luego de que el presidente de México, Andrés López Obrador, sacudiera ayer la previa al confirmar que no asistirá por la exclusión de Cuba, Nicaragua y Venezuela, complicando el deseo de Estados Unidos de recobrar influencia en las Américas ante el avance de China.

Biden llegó a Los Ángeles y decenas de policías custodiaban las inmediaciones del centro de convenciones mientras un helicóptero sobrevolaba la zona. Hasta el viernes, último día del encuentro, los líderes buscarán consensos para el abordaje común de las problemáticas de las Américas con vistas a adoptar y publicar documentos sobre gobernanza democrática, salud y recuperación pospandemia, cambio climático, transición a la energía limpia y transformación digital.

Pero la cita continental ofrece sobre todo a Biden una oportunidad de reconectar con una América latina a la que su país ha relegado y en la que su rival China está haciendo grandes inversiones, y de lidiar también con cuestiones internas, como la inmigración, importantes en un año de elecciones en Estados Unidos para renovar el Congreso.

Funcionarios estadounidenses dijeron hoy el presidente anunciará esta semana planes para forjar una nueva alianza con América latina para movilizar inversiones del sector privado, revitalizar las instituciones, mejorar las cadenas de distribución y promover un comercio sustentable que reduzca la pobreza y la desigualdad.

El mandatario anunciará, además, ayuda estadounidense por más de 300 millones de dólares en caso de inseguridad alimentaria en la región, un fenómeno que según la ONU se volverá más habitual por factores climáticos a los que se suma la escalada mundial del precio de los alimentos causada por la guerra en Ucrania y la pandemia.

Por su parte, la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, ya en Los Angeles, anunció hoy compromisos de inversión por 1.900 millones de dólares para el norte de Centroamérica a fin de que el sector privado genere empleo y crecimiento económico que desaliente la migración para huir de la pobreza. Entre las iniciativas anunciadas por Harris se incluye una por 700 millones de dólares de inversiones de 10 compañías líderes de Estados Unidos, como la textil Gap. Inc., para expandir la red de telefonía celular en Guatemala, Honduras y El Salvador, así como 270 millones más de Visa para promover los pagos digitales.

Estados Unidos enfrenta un aluvión de cientos de miles de migrantes que escapan de la pobreza y la violencia del crimen en esos tres países centroamericanos y que se lanzan a atravesar de sur a norte el territorio de México en grandes caravanas con el objetivo de ingresar a suelo estadounidense por la frontera mexicana y pedir asilo.

Estados Unidos hizo de esta ola migratoria uno de los temas centrales de la cumbre y contaba con la presencia de López Obrador para firmar una declaración migratoria entre todos los países afectados, así que su anunciada ausencia asestó a Biden un severo revés diplomático.

Tampoco estarán, por el mismo motivo, la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, y el presidente de Bolivia, Luis Arce. El presidente de Guatamela, Alejandro Giammattei, no vendrá por recientes críticas de Estados Unidos y el de El Salvador, Nayib Bukele, aún no había confirmado.

El canciller de México, Marcelo Ebrard, que sí irá a la cumbre, descartó un deterioro en la relación con Estados Unidos, que, dijo, es “muy buena”.

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