Durante la última semana, más de 300 pingüinos de Magallanes fueron encontrados sin vida en las playas de Uruguay. La ONG Fauna Marina informó que estas aves perecieron durante su migración anual desde la Patagonia argentina hacia el sur de Brasil en busca de alimento y aguas más cálidas para el invierno.
Según Richard Tesore, responsable de la ONG, la mayoría de los pingüinos hallados en las costas uruguayas presentaban extrema delgadez y heridas provocadas por el plástico en el mar. Tesore explicó que estos animales murieron de hipotermia debido a la falta de alimento, esencial para realizar su largo viaje y resistir las bajas temperaturas.
Esta trágica situación no es nueva, pero en los últimos tres años ha empeorado considerablemente. Anteriormente, se atribuían las muertes al consumo de hidrocarburos en la costa, pero ahora el problema parece estar vinculado con la sobreexplotación de las actividades pesqueras, que afecta el suministro de alimentos para los pingüinos.
El calentamiento global y los cambios en las corrientes marinas también han afectado el ecosistema marino, llevando a la disminución de ciertas especies de peces que solían ser la fuente de alimento de los pingüinos.
Richard Tesore advierte sobre la posibilidad de enfrentar una sexta extinción masiva de especies, pero subraya que aún tenemos la oportunidad de revertir esta situación actuando de manera responsable y sostenible.
