El estado de Alabama, ubicado en el sur de Estados Unidos, llevó a cabo el jueves 25 de enero la ejecución del recluso Kenneth Eugene Smith, utilizando gas nitrógeno, un método inédito hasta la fecha. Según el Gobierno estatal, este procedimiento es considerado “el método de ejecución más indoloro y humano conocido por el hombre”.
Testigos de la ejecución relataron “dos a cuatro minutos de convulsiones” y “cinco minutos de respiración fuerte”. Smith, condenado por el asesinato de una mujer en la década de los ochenta, había sobrevivido previamente a un intento de ejecución por inyección letal en noviembre de 2022, donde la aguja intravenosa no pudo ser insertada correctamente. En virtud de un acuerdo posterior, Alabama optó por la alternativa del gas nitrógeno.
Kenneth Smith fue declarado culpable en 1989 de participar en el asesinato por encargo de Elizabeth Sennett, apuñalándola y golpeándola con el atizador de una chimenea. Este crimen tenía como objetivo el pago de mil dólares prometido a cada uno de los participantes por el esposo de la víctima, un pastor endeudado que buscaba cobrar el seguro. Ante la presión, el esposo se suicidó antes de ser acusado del crimen.
Los hijos de la víctima, Mike y Chuck Sennett, hablaron con la prensa tras presenciar la ejecución de Smith. “Nada de lo que ha sucedido hoy nos devolverá a mamá”, expresó Mike, destacando que habían perdonado a los tres implicados en el asesinato. “Nos alegra que esto haya terminado. Elizabeth Dorlene Sennett recibió al fin la justicia que merecía.”
La elección del nitrógeno como método de ejecución se debe a los problemas recurrentes de la inyección letal en los últimos años. Este método, introducido en Texas en 1982, ha presentado múltiples fallos a lo largo de las décadas. La ejecución de Smith marca un precedente en la historia de la pena capital en Estados Unidos, en un contexto donde la búsqueda de alternativas se intensifica debido a la negativa de las empresas farmacéuticas a suministrar los fármacos necesarios. La prohibición de la Unión Europea en 2011 también ha limitado el acceso a estos compuestos, resultando en que solo cinco estados administraron la pena de muerte en 2023.
Alabama, Tennessee y Misisipi han aprobado el uso del nitrógeno en ejecuciones, pero hasta ahora ninguno de ellos lo había implementado. La muerte de Smith podría marcar el comienzo de una nueva era en la aplicación de la pena capital en el país.