Adhemar Capital: Aldana Donato negó haber participado de una estafa y apuntó contra otros responsables

En el marco de la causa Adhemar Capital, Aldana Donato —quien se desempeñó como encargada de la sucursal Córdoba por tres meses— brindó una extensa declaración indagatoria ante el Juzgado Federal N°1 de Catamarca. En su testimonio, negó haber participado de maniobras delictivas y aseguró que también fue víctima del esquema que lideraría Edgar Adhemar Bacchiani.

“Soy inocente. Yo solo trabajé tres meses en esa sucursal, creía fervientemente que era un negocio legal de criptomonedas”, expresó Donato. Según sostuvo, su incorporación a la firma se dio en agosto de 2021 por pedido de José Blas, cuando el local ya estaba funcionando. “La sucursal Córdoba fue organizada por otras personas: Jessica Noblega y Viviana Carreño. Ellas encargaron el lugar, contactaron al arquitecto, diseñaron el espacio y ni siquiera fueron llamadas como testigos”, apuntó.

Durante la audiencia, Donato afirmó que su rol estaba limitado al área de marketing y organización de eventos. Incluso aseguró que su primer contacto con la empresa fue por la contratación para el sorteo de un auto en julio de 2021. Posteriormente, se le pidió organizar la inauguración de la sede cordobesa, evento al que asistieron exjugadores de River invitados por Bacchiani.

También se refirió a los pagarés que firmó en sus funciones. Reconoció haber rubricado varios, pero sostuvo que lo hizo por pedido del entonces gerente García Alaimo, quien —según su relato— era quien realmente manejaba la sucursal. “Yo no tenía poder de decisión. Me daban órdenes. Yo misma invertí en la empresa y nunca recuperé mi dinero”, señaló. Además, explicó que firmó un libro de actas para lograr la habilitación de la sede, sin percatarse de que la fecha consignada no coincidía con su estadía en Córdoba.

Donato denunció haber sido víctima de amenazas, malos tratos y mentiras por parte de otros imputados. “A mí también me estafaron. Estoy en la quiebra. En Córdoba soy querellante, declaré como testigo durante más de 14 horas. Todas las pruebas que entregué, los chats, las escuchas, demuestran que siempre pedí que se le pague a la gente”, sostuvo. Según su declaración, tras haber prestado testimonio en esa jurisdicción fue denunciada por las mismas personas que ella había señalado, lo que interpreta como un acto de represalia.

Ante la consulta del fiscal, Donato reafirmó que toda la operatoria de la sucursal estaba subordinada a la sede central de Catamarca. Los pagos se autorizaban desde allí, y tanto las facturas como las órdenes provenían del área contable de la casa matriz. El dinero en efectivo era guardado en una caja fuerte cuya clave manejaban Alaimo y Chialvo, y luego se transformaba en criptomonedas a través de la empresa Universal Coins.

“Yo nunca quise lastimar a nadie, jamás imaginé que esto era una estafa. No tengo conocimientos contables, nunca manejé dinero. Solo cumplía órdenes”, concluyó.

La declaración se dio en el marco de la causa FTU 42/2021, y fue tomada por el juez federal Miguel Ángel Contreras. El expediente continúa en etapa de instrucción.