Nos cuenta el Gobierno con gran emoción que la empresa extranjera Galan Lithium minera ya saborea las mieles del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones.
¿Qué cambia para Catamarca? Nada, la empresa ya está acá. Éramos pobres antes de que llegara, somos pobres ahora, seremos pobres después. No hay mansiones en la Puna ni las van a hacer. Hicimos el esfuerzo por alegrarnos, hasta nos sacamos una selfie sonrientes, pero no, no es algo que le importe a nadie salvo a los empresarios y funcionarios beneficiados.
El gobierno celebró esta nueva inversión asegurando que “significa más mano de obra para los catamarqueños, más contratación de servicios para los proveedores y, sobre todo, más desarrollo para nuestra provincia gracias a la minería”, según el parte oficial, pero la gente no salió a las calles a celebrar nada.
El Ejecutivo abusa anunciando inversiones millonarias, algo que viene haciendo semana por medio hace años, y ya nadie se come el verso. ¿Será porque más de la mitad de la población de Catamarca vive en la pobreza? ¿Será porque la gran medida oficial del momento es largar un descuento para que la gente compre arroz y papas en oferta por un par de días? ¿Será porque los únicos que la pasan bomba son los funcionarios que pasean por el exterior con todo pago?
Una vergüenza este intento del Gobierno de contarnos que el RIGI es buenísimo y nos hace felices a todos. Ya entregaron el patrimonio provincial para chuparle las medias a Milei, está de más salir a festejar algo que el mismo gobierno “estima” que va a empezar en tres años.
“El monto de capital a invertir es de US$200 millones que se utilizarán para la construcción de 250 hectáreas de piscinas de evaporación, una planta de reactivos para el tratamiento de la salmuera, planta de generación de energía eléctrica, infraestructura para suministro de agua, campamento, oficinas, talleres, entre otras obras de infraestructura” se detalla esforzadamente mientras acá vamos por octubre y la falta de agua en los barrios.
Y justo anuncian una inversión de 200 millones, que justo es el monto mínimo que exigía el RIGI. Mirá vos che.
Esa fue la gran noticia de la semana para el Gobierno, que el RIGI llegó para hacernos felices. Venta de humo de la buena.