El acto de cierre del se hizo en la Plaza de la República, en el Obelisco, donde se reunieron miles de personas.
El cierre porteño de la campaña de la fórmula Raúl Alfonsín-Víctor Martínez fue el miércoles 26 de octubre de 1983, cuatro días antes de las elecciones. La fórmula había sido proclamada el 30 de julio tras resolverse las internas dentro de la UCR. Durante las semanas previas, el radicalismo había realizado un acto en el estadio de Ferro con unas 70.000 personas. El acto de cierre del se hizo en la Plaza de la República, en el Obelisco, donde se reunieron miles de personas.
Raúl Alfonsín cerraba su campaña convocando a la paz y a la libertad. El discurso es recordado por el poder de su oratoria y por la capacidad de conmover al país entero, porque hizo llorar a millones de argentinos que despedían la dictadura militar para siempre, y porque es una legítima lección de conciencia cívica.
“Argentinos: Se acaba la dictadura. Se acaba la corrupción. Se acaban el miedo y la represión. Se acaba la argentina del desamparo y llega la argentina recta que quiere a su gente. Se acaba el hambre obrero. Se acaba la argentina de las fábricas muertas y viene la Argentina del trabajo y de la producción. Se acaba la especulación. Se acaba el dinero imperando sobre la Argentina y nuestro trabajo. Llega la democracia a nuestro país”, comenzaba el tan recordado discurso de Raúl Alfonsín.
Pasaron 37 años… La democracia acumula demasiadas deudas desde entonces. Es bueno volver a escuchar cuáles eran los sueños y los proyectos para el país.
