A 10 años de la muerte de Nisman, el Gobierno insiste en que fue un asesinato y exige justicia

Late Argentine prosecutor Alberto Nisman pauses during a meeting with journalists May 29, 2013. The mysterious death of Nisman just days after he accused the president of directing a cover-up in the bombing of a Jewish community centre two decades earlier has jolted the country with accusations of foul play coming from all sides. The body of Nisman, lead investigator into the 1994 car bomb that killed 85 people, was found in his apartment on the night of January 18, 2015, a handgun by his side along with a single shell casing. Picture taken May 29, 2013. REUTERS/Marcos Brindicci (ARGENTINA - Tags: POLITICS CRIME LAW)

A una década de la muerte del fiscal Alberto Nisman, el Gobierno nacional reiteró su postura de que se trató de un “asesinato” y exigió que el caso “no quede impune”. A través de un comunicado de la Oficina del Presidente, recordaron el contexto en el que Nisman fue hallado sin vida en su departamento en las torres Le Parc de Puerto Madero.

 El documento destaca que el eje central de la denuncia presentada por el fiscal era el Memorándum de Entendimiento entre Argentina e Irán, al que el Gobierno actual calificó como “una entrega de soberanía y un acto de traición a la patria”.

“El presidente Javier Milei reafirma su compromiso de garantizar justicia para las víctimas del atentado a la AMIA. Por ello, ha impulsado en el Congreso el proyecto de ley de Juicio en Ausencia, con el objetivo de que los responsables del peor ataque terrorista en suelo argentino no queden impunes”, señala el comunicado.

Asimismo, el Gobierno expresó su confianza en que el Poder Judicial avance en las investigaciones para esclarecer la muerte del fiscal y en que se mantengan activas las líneas de indagación sobre la denuncia que él realizó, con el fin de que los culpables enfrenten la justicia.

El pronunciamiento del Ejecutivo coincide con la última ratificación de la Fiscalía Federal N.º 3, a cargo del fiscal Eduardo Taiano y su auxiliar Hernán Kleiman, quienes sostienen que Nisman fue asesinado debido a su labor en la Unidad Fiscal de Investigación del Atentado a la AMIA (UFI-AMIA).

La hipótesis principal de la investigación judicial apunta a que el crimen fue llevado a cabo por actores que buscaban silenciar al fiscal, ya que sus hallazgos sobre el pacto con Irán comprometían a altos funcionarios del gobierno de Cristina Kirchner.