A pesar de las reiteradas amenazas de Corea del Norte ante los ejercicios militares conjuntos, Corea del Sur y Estados Unidos llevaron a cabo este jueves la mayor maniobra con fuego real en su historia. Mientras tanto, Kim Jong Un se prepara para el lanzamiento de un satélite espía como medida de “contrarrestar las amenazas”.
Divididos en cinco fases, los ejercicios militares conjuntos entre Corea del Sur y Estados Unidos comenzaron este jueves, en conmemoración del 70° aniversario de la alianza entre ambos países, con el objetivo principal de probar sus capacidades de “contención” frente a posibles agresiones.
En el Campo de Tiro de Seungjin, ubicado en Pocheon y cerca de la frontera fortificada con Corea del Norte, los obuses dispararon contra objetivos simulando un ataque masivo de las fuerzas norcoreanas. En total, 2.500 soldados de Corea del Sur y Estados Unidos participaron en los ejercicios, que se repetirán en cuatro ocasiones hasta mediados de junio.
Estas maniobras incluyen la utilización de aviones de combate invisibles F-35A, helicópteros de ataque AH-64 Apache, tanques de combate K2 y lanzamisiles múltiples. Hace unos meses, Corea del Norte había declarado que consideraba los ejercicios militares una preparación para una guerra de agresión.
Recientemente, Kim Jong Un anunció la finalización de la construcción de su primer satélite de espionaje militar y dio instrucciones para asegurar que sea lanzado en la fecha planificada.