El mandatario expresó sus condolencias en las redes sociales. Sin embargo, la asociación a la que pertenecía la referente no recibió bien sus palabras: “por suerte Hebe hizo público todo lo que pensaba de usted”.
A los pocos minutos de que se conociera la noticia de la muerte de Hebe de Bonafini, titular de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, dirigentes políticos y organizaciones de la Argentina y del exterior, comenzaron a enviar sus condolencias a través de las redes sociales.
A pesar de que la referente de Madres había tenido recientemente duras expresiones hacia el presidente y hacia su gestión, Alberto Fernández manifestó su pesar por el fallecimiento de Bonafini con un mensaje en Twitter. Junto con una fotografía en la que se lo ve saludando afectuosamente a la titular de Madres de Plaza de Mayo, el jefe de Estado escribió: “Con la partida de Hebe de Bonafini perdimos una luchadora incansable. Reclamando verdad y justicia junto a las Madres y Abuelas, enfrentó a los genocidas cuando el sentido común colectivo iba en otra dirección. Con enorme cariño y sincero pesar, la despido. Hasta siempre Hebe”.
Insólitamente, el mensaje presidencial fue recibido como un “insulto” y replicado sin la menor consideración hacia las normas más elementales de cortesía: “Sr. Presidente, no se perdió nada, el legado de las Madres vive en el pueblo. Relacionar la lucha de nuestra Presidenta con otra organización es un insulto. Por suerte, Hebe hizo público todo lo que pensaba de usted”.
Evidentemente, la organización, momentáneamente acéfala por la muerte de su titular, ha quedado impregnada del sectarismo y la iracundia que caracterizaba el discurso y el accionar de Hebe de Bonafini en los últimos años.
Para la ONG Madres, el ser asociadas a las “Abuelas” equivale a un insulto; sorprendente, considerando que se trata de una asociación análoga, hermanada en origen y motivo de lucha. Imposible imaginar qué calificativo reservarían para quien las asociase con una organización adversaria.
Que alguien lamente la “pérdida” de Bonafini, “luchadora incansable”, también parece ser insultante para sus sucesoras.
Hebe de Bonafini ha fallecido pero cabe decir que el tono de la respuesta de sus compañeras de lucha al Presidente de la Nación está a la altura de su estilo. Refleja una intemperancia que era muy habitual en las réplicas de la presidente de Madres de Plaza de Mayo, en particular hacia quienes no gozaban de su favor en el momento de formularlas.
Alberto Fernández había sido varias veces blanco de sus ataques en el último tiempo: “Yo le voy a decir señor Presidente, con el respeto que le tengo porque es el Presidente de la Nación, que hable lo menos posible porque cada vez que habla…”; “Pero usted, con cada mentira, es una palada de tierra que abre su fosa y ahí va a caer, en esa fosa que usted mismo está abriendo”; “¿Él se cree que porque se junta con los ricos va a ser como ellos? Ya es como ellos, piensa solamente en la plata, en los ricos y en los de arriba. Los de abajo no contamos”.
Esas fueron algunas de las lindezas que le dedicó al primer mandatario recientemente.
El mensaje en la cuenta de Twitter de Madres demuestra que hay quien está dispuesto a continuar el legado de Bonafini.
Hasta ahora además, Alberto Fernández fue la única persona a la que las Madres de Plaza de Mayo le respondieron, pese a que son muy numerosos y variados los referentes que expresaron su dolor por la muerte de Hebe de Bonafini a lo largo de la jornada.
La vicepresidenta, Cristina Kirchner, fue la primera en despedir a la dirigente a la que calificó de “símbolo mundial de la lucha por los Derechos Humanos” y “orgullo de la Argentina”. Difícilmente cabe esperar en este caso un desplante, ya que la ex presidente de la Nación y su esposo eran para Hebe de Bonafini algo así como hijos dilectos. Y es evidente que Bonafini había comprado el relato kirchnerista que desresponsabiliza a CFK respecto de la actual gestión.
Horas después de la muerte de Bonafini, el gobierno hizo gestiones para intentar que la Selección Nacional jugase el partido del próximo martes con un distintivo negro para expresar el luto por la muerte de Bonafini. La gestión no habría encontrado buen eco; entre otras cosas, porque la FIFA prohíbe el uso de símbolos políticos durante el campeonato mundial de fútbol.