230.000 millones cada año deja de recaudar el Estado, porque los seres celestiales del sistema judicial nacional están exentos de pagar el Impuesto a las Ganancias.
Se lo merecen porque pocas cosas en este país son tan maravillosas como la Justicia, que está siempre a la caza de los corruptos, porque es rápida y efectiva, porque siempre está al día y hasta adelanta trabajo, porque no privilegia al poder, porque es independiente, porque investiga y resuelve todo muy bien, porque no hace distinciones entre ricos y pobres, porque desde el juez más importante hasta el último empleado son ejemplos de dedicación y esfuerzo, porque jamás sacan ventaja de nada, porque jamás acomodan amigos ni familiares, porque siempre están preocupados por los problemas de otros trabajadores, porque no son corporativos y si descubren algo sucio entre ellos actúan de inmediato, son la reserva moral de la Nación.
La Justicia argentina, admirada en el mundo, no paga impuestos, porque son como dioses del olimpo a los que tenemos que rendirles pleitesía y está muy bien. Además con la miseria que cobran, no se les puede tocar un centavo, si apenas tienen para pucherear.
Pagá vos si tenés un kiosquito y te fue bien, que paguen los demás. Paguemos todos, ellos son los privilegiados.
Y lo seguirán siendo porque se rechazó en el Presupuesto 2023 la idea de tratarlos como a cualquier hijo de vecino.
El artículo 100 del proyecto, que incorporaba a todos los funcionarios y trabajadores del Poder Judicial a la tributación de Ganancias, resultó rechazado con 116 votos a favor, 134 en contra y 0 abstenciones. En tanto, el artículo 101, que incluía a los jubilados de este sector, también fracasó con 121 votos afirmativos, 129 negativos y 0 abstenciones.
Una lástima que todo se politice. Se rechazó para sostener privilegios, sólo porque lo propuso el gobierno. Y eso lo había hecho bien.
Son los mismo que después se quejan del gasto público.
Sólo para recordar, fíjate:
Un informe de la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) publicado en agosto pasado revela que en promedio un juez de la Cámara Federal de Casación Penal percibe $960.965,14, veinte veces más que el Salario Mínimo, Vital y Móvil, que es de $47.850.
Un juez de Cámara, la segunda escala, percibe $920.281,83, igual salario que el de un secretario de la Corte Suprema.
En el caso de un juez de primera instancia, el sueldo es un poco más bajo: $722.456,01.
El mismo monto perciben los ssecretarios de la Cámara Nacional Electoral, los secretarios letrados de la Corte Suprema y los directores generales.
Un ayudante, la escala más baja, percibe $190.522.
Recién a partir de la escala de jefe de Despacho o Supervisor se pagaría el impuesto a las Ganancias, ya que se trata de cargos con salarios $350.928,42.